El máximo registrado por el precio del oro durante el pasado mes de marzo, cuando superó los 2.000 dólares la onza, va a ser casi con toda seguridad el nivel más alto que alcance el metal precioso en 2022, ya que para el segundo semestre del año se prevé un entorno económico más desafiante, con reducción de la presión inflacionaria y una política monetaria más agresiva por parte de los bancos centrales.
Según los analistas de la consultora Metals Focus, el precio del oro va a promediar en torno a 1.830 dólares la onza, cifra que constituiría un nuevo récord para un precio medio anual. En estos momentos, el precio spot del metal precioso está en torno a los 1.850 dólares la onza.
Las previsiones apuntan a que el metal se va a desinflar durante la segunda mitad del año, aunque va a seguir manteniendo su papel de activo refugio para muchos inversores, recelosos de la situación geopolítica y económica internacional.
Como señala en el informe Neil Meader, director de oro y plata de Metals Focus, “a pesar de que una Fed cada vez más agresiva, el aumento del dólar y una mayor venta de activos pesaron sobre el oro, el precio a principios de junio está cotizando cerca de su nivel de principios de año, superando a la renta variable y a la renta fija”.
Para el segundo semestre, desde la consultora esperan que, pese a los riesgos existentes en el mercado, la Reserva Federal estadounidense diseñe un aterrizaje suave para la economía, ya que la inflación comienza a retroceder y el crecimiento económico sigue en cifras saludables.
Un entorno que, en opinión de los analistas de Metals Focus, pesará sobre el precio del oro: “a medida que los tipos de interés oficiales aumenten y la inflación disminuya, esperamos que los tipos reales y los rendimientos aumenten sustancialmente durante el segundo semestre, presionando el precio del oro”.
Desde la consultora creen, sin embargo, que la bajada del oro será limitada y que el metal seguirá superando las cifras de los mercados de renta variable: “con la ralentización de las economías y la inflación obstinadamente alta, el riesgo de estanflación es cada vez mayor, mientras que abundan otros riesgos sistémicos. Esto debería seguir animando a muchos inversores a diversificarse en oro, especialmente cuando su precio se corrige y fomenta la búsqueda de gangas. Frente a esto, esperamos ver descensos de dos dígitos en la renta variable, los bonos de alto rendimiento y, muy posiblemente, también en los bonos con grado de inversión”.
En cuanto a las perspectivas de los fundamentos del oro, Metals Focus espera que el excedente del metal precioso aumente un 37% este año. Este aumento se verá impulsado por un descenso del 2% en la demanda, ya que los confinamientos provocados por la nueva oleada de la pandemia en China siguen afectando a la demanda de joyas y lingotes físicos. Además, los precios relativamente altos permitirán que aumente el suministro en un 2%, al crecer tanto la producción minera como el reciclaje.