La bajada de tipos por sorpresa llevada a cabo por la Reserva Federal estadounidense el pasado 3 de marzo, dos semanas antes de lo previsto, ante la situación de emergencia económica provocada por la epidemia de coronavirus, sigue siendo objeto de análisis. Los expertos tratan de ponerse de acuerdo sobre cómo va a reaccionar el precio del oro, a medio y largo plazo, después de la subida del 3% que registró en las horas inmediatamente posteriores a que se conociera la decisión de la Fed.
Recordando lo que ha sucedido en otras ocasiones similares, el director de Investigación de Granite Shares, Ryan Giannotto, afirmaba en Kitco News que la última vez que la Reserva Federal anunció un recorte de 50 puntos básicos en los tipos de interés por sorpresa, en el periodo entre una reunión y la siguiente, fue en el año 2008.
“Después de aquel anuncio, el precio del oro emprendió una importante carrera alcista, que lo llevó a revalorizarse más de un 17% en aquel año. En las siete ocasiones en que se han hecho recortes de urgencia, el oro ha subido un 26% de media durante los dos años siguientes”, señalaba Giannotto.
En su opinión, “sería insensato descartar un movimiento que lleve al precio del oro hacia los 2.000 dólares la onza a finales de este año”.
Según el analista, se está creando una “tormenta perfecta” en los mercados financieros: la Fed emprendió el año pasado un nuevo ciclo de relajación de su política monetaria; la curva de rendimientos de los bonos se ha invertido; y los mercados están digiriendo un recorte de tipos de emergencia.
“Cualquiera de estos factores configuraría un escenario alcista para el oro, pero es que están coincidiendo los tres al mismo tiempo”, apunta Giannotto.
Consejo Mundial del Oro
Por su parte, Juan Carlos Artigas, director de Investigación de Inversiones del Consejo Mundial del Oro, recordaba en el blog de la organización, Goldhub, que existen precedentes de este recorte no programado de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal: “la Fed recortó los tipos en 50 puntos básicos en enero de 2008, entre dos de sus reuniones, cuando comenzaron a surgir las cuestiones relativas al mercado inmobiliario estadounidense. En aquel momento, los tipos estaban por encima del 4%, lo que daba a la Fed mucha munición para poder emprender futuros recortes”.
En cambio, el bajo nivel actual de los tipos de interés en los Estados Unidos le da a la Fed un margen de maniobra mucho menor, por lo que puede tener que recurrir a otras políticas alternativas.
En cuanto a la reacción de los mercados al reciente recorte sorpresa de la Fed, Artigas apunta que, aunque las bolsas reaccionaron positivamente al principio, a lo largo de la jornada se dejaron sus ganancias del día. “En lo que llevamos de año, la mayoría de los índices bursátiles de Estados Unidos han caído un 3% o más. En cambio, el precio del oro se ha disparado en 2020, alcanzando un máximo intradía de 1.650 dólares la onza [el 3 de marzo] y aumentando casi un 7,5% en lo que llevamos de año”, señala Artigas.
En opinión del responsable del Consejo Mundial del Oro, “el recorte de tipos debería impulsar el aumento de la demanda de oro de inversión, incluso si se ralentiza la demanda de los consumidores. De hecho, nuestra investigación apunta que el precio del oro ha crecido históricamente al doble de su media a largo plazo en periodos de tipos de interés negativos, como en el que nos encontramos ahora mismo. Por ello, los inversores pueden considerar la sustitución de parte de los bonos de su cartera con oro, para protegerse mejor del riesgo de los mercados”.
Metals Focus
Desde la consultora británica Metals Focus, en su último informe Precious Metals Weekly, apuntan que, tras el anuncio de la Fed, el precio del oro subió un 3%, antes de retroceder de nuevo hasta los 1.640 dólares la onza.
“Estos movimientos del mercado recuerdan a los de la crisis financiera de 2008. En aquel momento, el precio del oro se disparó inmediatamente después de la caída de Lehman Brothers. Esas ganancias, sin embargo, se disiparon muy pronto, después de que una caída de las bolsas obligara a los inversores a liquidar el metal para cubrir sus pérdidas. Por tanto, no es nada raro que el precio del oro cayera un 5% intradía el pasado 28 de febrero, después de que las bolsas sufrieran su peor semana desde 2008”, señala el informe.