El oro abrió el año 2018 cotizando a 1.312,05 dólares la onza el pasado 2 de enero, y ha cerrado la sesión de la London Bullion Market Association del pasado 26 de marzo a 1.352,40 dólares la onza. Es decir, el metal ha ganado casi 40 dólares la onza a falta de unos días para cerrar el primer trimestre del año.
Según los datos de la London Bullion Market Association (LBMA), el precio del oro ha seguido una trayectoria ascendente casi ininterrumpida durante lo que llevamos de 2018. Desde los 1.312,05 dólares la onza que registró en el primer día de cotización del año, el 2 de enero, hasta el pasado 26 de marzo, que cerró a 1.352,40, el precio ha subido cerca de 40 dólares la onza.
Estos 1.352,40 dólares la onza son el máximo registrado desde el 15 de febrero, en que el oro cotizaba a 1.352,45 dólares la onza. El precio máximo alcanzado por el oro en lo que llevamos de 2018 fueron los 1.354,95 dólares que registró el 25 de enero, un nivel que, a tenor de la evolución que está teniendo el precio en los últimos días, es fácil que se supere pronto.
De hecho, en estos casi tres meses que llevamos de 2018, el precio del oro ha estado ya en tres ocasiones por encima de los 1.350 dólares la onza: entre el 24 y el 26 de enero, entre el 15 y el 16 de febrero, y desde el 26 de marzo.
Factores
El desencadenante de la subida del precio de los últimos días ha sido la reunión que mantuvo la Reserva Federal el pasado 21 de marzo, en la que se decidió subir los tipos de interés en los Estados Unidos y se adelantó que habría al menos otras dos subidas de tipos a lo largo de 2018.
El oro cotizaba a 1.311 dólares la onza antes de que la Fed, bajo la presidencia de Jerome H. Powell, se reuniera para subir los tipos, y reaccionó inmediatamente al alza: el mismo 21 de marzo cerraba a 1.321,35 dólares la onza, subiendo más de 10 dólares desde la sesión anterior. El día 22 ganaba otros 9 dólares la onza (1.329,15) y el día 23 se disparaba hasta los 1.346,60 dólares la onza, para subir al día siguiente hasta los 1.352,40.
Es decir, desde el día anterior a la subida de tipos hasta el pasado 26 de marzo, el precio del oro se incrementó en 41,40 dólares la onza.
La decisión de la Reserva Federal ha sido uno de los factores que ha contribuido a disparar el precio del oro a finales de marzo, aunque no el único. El recrudecimiento de la tensión política en torno a la posible guerra comercial entre los Estados Unidos y China ha despertado la preocupación de los inversores mundiales, lo que se ha traducido en un nuevo incremento del precio del oro, que ha puesto en valor su condición de activo refugio.
El presidente Trump firmó, a mediados de marzo, un memorándum en el que se establecían aranceles por valor de más de 60.000 millones de dólares a los productos importados desde China. El país asiático, por su parte, reaccionaba con la imposición de nuevos aranceles, por valor de más de 3.000 millones de dólares, sobre los productos estadounidenses.
La preocupación por la posible guerra comercial se ha reflejado en los mercados asiáticos, lo que ha provocado una subida del yen japonés (una de las divisas mundiales consideradas como refugio) hasta su máximo de los últimos 16 meses. Por su parte, el dólar ha caído un 0,1% hasta los 89,39 puntos en el Índice Dólar, que lo compara con varias divisas internacionales (euro, libra esterlina, franco suizo, corona sueca, yen japonés y dólar canadiense).
Precisamente, esta depreciación del dólar ha contribuido también a esta escalada del oro, ya que resulta más barato para los inversores extranjeros comprar oro, porque el cambio de su divisa respecto al dólar les es más favorable.
Diversos analistas apuntan también como otro factor al nombramiento de John Bolton como asesor de seguridad nacional de Donald Trump, lo que sugiere una política de defensa más agresiva por parte de los Estados Unidos. Bolton se ha manifestado favorable a usar la fuerza militar contra Corea del Norte e Irán.