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El precio del oro subió un 8% en mayo y sigue su camino hacia los 2.000 dólares la onza

Montaña de lingotes de oro y gráfico de subida del precio

El mes de mayo fue muy positivo para el oro, que se revalorizó un 8% en ese periodo, la cifra mensual más alta desde julio de 2000. Analistas e inversores son optimistas sobre sus perspectivas de futuro y estiman que es posible que el precio vuelva a alcanzar los 2.000 dólares la onza, nivel al que llegó el pasado mes de agosto.

Aunque le ha costado, el oro se ha apuntado al final a la subida de precios de las commodities provocada por el aumento de la inflación. El punto de inflexión para esta subida fue la publicación de los últimos datos sobre el empleo y el consumo minorista en los Estados Unidos, que fueron peores de lo esperado y contribuyeron a impulsar el precio del oro por encima de los 1.900 dólares la onza a finales de mayo.

Además, tanto el aumento de la inflación como la enorme volatilidad que han mostrado las criptomonedas durante las últimas semanas han animado a muchos inversores a volver a confiar en el oro, disparando el precio del metal.

De hecho, la demanda de oro en forma de ETF volvió a crecer en el pasado mes de mayo en 49 toneladas, revirtiendo la tendencia de los meses anteriores. Según señala Carsten Fritsch, analista de Commerzbank, a Kitco News, “se trata del primer aumento mensual de las inversiones desde enero, y el mayor desde septiembre de 2020. A la vista del alto nivel de inflación que se espera para los próximos meses y los tipos de interés reales negativos que ello va a provocar, la demanda de los inversores en ETF debería seguir siendo alta, lo que continuará siendo un factor positivo para el oro”.

Los analistas no descartan que el metal precioso vuelva a asaltar el nivel de los 2.000 dólares la onza, que ya superó en agosto pasado, estableciendo el precio máximo de su historia.

Desde Commerzbank ven posible alcanzar este precio ya en 2021, gracias al aumento de la preocupación de los inversores por la inflación y a la política monetaria de la Reserva Federal: “el debate que está teniendo lugar en el seno de la Fed sobre una posible reducción del programa de compra de bonos apenas acaba de empezar. Si esta medida acaba imponiéndose, provocará un aumento de los rendimientos de los bonos, lo que pondría al oro bajo presión, como hemos visto en los meses pasados. Sin embargo, esta presión sobre el oro no puede durar mucho mientras los rendimientos sigan por debajo del nivel de inflación. Por tanto, esperamos que el precio del oro suba por encima de los 2.000 dólares la onza hacia finales de este año.

Pese a ello, los analistas advierten de la posibilidad de que se produzca un fenómeno de recogida de beneficios entre los inversores cuando el oro alcance los 1.918 dólares la onza, que es el precio al que van a cubrir gastos y obtener suficientes beneficios.

Una muestra de este fenómeno tuvo lugar el pasado 25 de mayo, cuando el precio del oro alcanzó los 1.915 dólares la onza, su máximo en cinco meses.

A más largo plazo, el oro va a seguir contando con factores favorables importantes como la política monetaria moderada de la Reserva Federal, que considera la inflación como algo transitorio y no se plantea, de momento, volver a subir los tipos de interés.

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