Los analistas llevaban semanas anunciando que, en 2020, el precio del oro conseguiría superar la barrera psicológica de los 1.600 dólares la onza. Sin embargo, durante las últimas semanas, el oro se ha movido en un rango de precios muy estrecho, que tenía como nivel superior los 1.580-1.585 dólares la onza. El aumento de la preocupación por la epidemia de coronavirus ha dado al metal el impulso que le faltaba y le ha permitido, por fin, rebasar esta barrera.
La caída de la demanda de oro en China había limitado hasta ahora la subida del precio del oro, a pesar del impulso que supone el temor de los inversores al impacto del coronavirus en la economía mundial.
Sin embargo, las nuevas informaciones sobre la epidemia publicadas por la CNN (más de 73.000 afectados en todo el mundo, la mayoría en China, y 1.873 muertes, cinco de ellas fuera de ese país) han elevado la preocupación de los inversores por su posible expansión en el exterior y sus efectos en la economía global.
Como resultado, el precio spot del oro ascendía en la mañana del miércoles, 19 de febrero, hasta los 1.606 dólares la onza, después de haber cerrado la sesión del día anterior en la London Bullion Market Association (LBMA) a 1.589,85 dólares la onza.
Según informan desde Kitco News, los futuros del oro subían 18,80 dólares, hasta 1.605,20 dólares la onza, una ganancia del 1,19%. La plata, por su parte, ganaba 0,43 dólares (2,43% de subida) y sus futuros para marzo alcanzaban los 18,165 dólares la onza. El platino subía un 2,76%, hasta 995,50 dólares la onza y el paladio, 8,59%, hasta 2.516 dólares la onza.
Unas fuertes subidas que se han registrado a pesar de que el dólar también mantiene su fortaleza, y eso que la divisa estadounidense y los metales preciosos suelen moverse en direcciones contrarias. En esta ocasión, en cambio, el dólar ganaba un 0,33% y el Índice Dólar (que compara a esta divisa con el euro, el franco suizo, la libra esterlina, la corona sueca, el yen japonés y el dólar canadiense) se situaba en 99,325, un nivel que no alcanzaba desde finales de marzo de 2017.
Según explican desde Kitco, de no ser por esta fortaleza del dólar, la subida del precio del oro habría sido aún mayor, casi cinco dólares la onza más.
Las previsiones apuntan a que, mientras no se logre controlar el virus, seguirán cayendo los mercados bursátiles en todo el mundo y se revalorizarán los activos refugio como los metales preciosos y, en cierta medida, también el dólar.