La crisis ocasionada por la epidemia de coronavirus ha obligado a analistas y bancos a revisar las previsiones realizadas a principio de año sobre el precio del oro, ya que no contemplaban esta variable. Aunque se han reducido algunas estimaciones, los expertos siguen siendo optimistas sobre la evolución del precio del oro en 2020.
Es el caso del banco francés BNP Paribas, que ha revisado a la baja su previsión para 2020, aunque cree que el segundo trimestre del año va a ser el mejor para el oro, cuyo precio llegará a rozar los 1.700 dólares la onza.
La entidad ha revisado a la baja su previsión de precios para este año en unos 100 dólares, aunque cree que el metal precioso llegará a 1.675 dólares la onza a lo largo de 2020.
Se trata de una previsión bastante más conservadora que la anterior, con un precio medio de 1.675 dólares la onza para al segundo trimestre del año, 1.610 dólares para el tercero y 1.550 para el cuarto.
Para 2021, los analistas de BNP Paribas estiman un precio medio anual de alrededor de 1.500 dólares la onza.
“Hemos revisado de forma conservadora nuestra previsión del precio del oro que emitimos el 19 de marzo y ahora creemos que el oro promediará los 1.610 dólares la onza en 2020. Para 2021, en nuestra opinión las condiciones económicas regresarán progresivamente a la normalidad y la presión inflacionaria permanecerá contenida, por lo que creemos que el oro promediará un precio algo más bajo, en torno a 1.500 dólares la onza”, señala el informe del banco francés.
Desde la entidad destacan además que el oro va a continuar despertando el interés de los inversores que buscan un activo refugio en estos tiempos de incertidumbre. La demanda va a seguir creciendo ante la perspectiva de una ralentización de la economía global, a causa de los cierres obligados por la epidemia de Covid-19.
A este interés de los inversores por refugiarse en el oro van a contribuir también factores como los planes de recompra de activo de deuda pública (Quantitative Easing, por sus siglas en inglés) aprobados por varios bancos centrales, así como las medidas sin precedentes de estímulo fiscal.
“Con la Reserva Federal reduciendo su política monetaria al límite inferior y adoptando programas de recompra de activos, y otros bancos centrales adoptando medidas similares, esperamos que los tipos de interés reales [descontando la inflación] permanezcan en territorio negativo, conforme se suprimen los rendimientos nominales. Este eleva los incentivos para poseer oro, especial en un entorno económico de incertidumbre como es el actual”, señala el informe de BNP Paribas.
Por el contrario, dos elementos que van a limitar las ganancias del oro van a ser el dólar y las ventas destinadas a obtener liquidez por parte de los inversores, motivadas por el pánico a la crisis del coronavirus.
“La subida del precio del oro va a chocar con la revalorización a corto plazo del dólar estadounidense (…). Además, el papel del oro como protección de las carteras de los inversores se va a poner a prueba en caso de que otras clases de activos comiencen a registrar pérdidas debido a fuertes correcciones en los mercados de capitales” apuntan desde el banco francés.