Icono del sitio Oroinformación

Los precios del oro y la plata vuelven a subir ante el temor a la persistente inflación

Monedas de inversión de oro y plata

Los precios del oro y la plata superaron las respectivas barreras de los 1.800 y los 24 dólares la onza, en un movimiento que los analistas explican como una reacción a la bajada de los rendimientos de los bonos y, sobre todo, al temor de los inversores de que la inflación que estamos padeciendo acabe convirtiéndose en un fenómeno de hiperinflación.

En el caso del oro, su precio subió más de 15 dólares en la sesión del lunes, 25 de octubre, situándose por encima de los 1.800 dólares la onza. A la hora de escribir este artículo, el precio spot del metal se situaba en los 1.802,40 dólares la onza, mientras que el fixing de la London Bullion Market Association (LBMA) cerró la última sesión a 1.805,25 dólares.

Por su parte, los contratos de futuros de oro a diciembre en el Comex cotizaban a 1.808,60 dólares la onza, tras registrar una subida del 0,72% a lo largo del día.

Mientras tanto, la plata cotiza ahora mismo a 24,33 dólares la onza, después de haber cerrado la sesión del 25 de octubre en la LBMA a 24,37 dólares.

La principal preocupación actual del mercado, que se ha reflejado en la subida de los metales preciosos, es el hecho de que la inflación esté descontrolada, lo que ha llevado a los inversores a buscar activos refugio en los que depositar su dinero.

En Estados Unidos, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, trató de calmar al mercado asegurando que no están perdiendo el control sobre la inflación, aunque la presión sobre los precios va a seguir, al menos, hasta mediados de 2022.

En declaraciones realizadas a la CNN, la que fuera presidenta de la Reserva Federal durante la administración Obama, señaló que “no creo que estemos perdiendo el control sobre la inflación. En términos de 12 meses, la tasa va a seguir siendo alta hasta mediados del año que viene debido a lo que ya ha sucedido. Pero esperamos una mejora hacia el segundo semestre del año que viene”.

Yellen añadió que confía en que se resuelvan los actuales problemas que afectan al suministro y que mejoren las cifras de empleo en Estados Unidos.

El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que la Reserva Federal debería estar preparada para actuar con rapidez si la inflación se descontrola: “los bancos centrales deben elaborar planes de emergencia, anunciar estímulos y actuar en esa línea”, ha señalado Gita Gopinath, directora de investigación del FMI.

Según Gopinath, la presión inflacionaria va a persistir hasta mediados de 2022: “la inflación se ha disparado en estos últimos meses. Los precios de las commodities han subido después del desplome que sufrieron el año pasado. Pero también estamos asistiendo a los problemas de suministro y demanda”.

El problema es que los mercados no se han tranquilizado con las opiniones de la Fed y el FMI sobre que la inflación remitirá a mediados de 2022, sobre todo a la luz de las subidas diarias que está experimentando el índice.

La subida de la inflación afecta a los inversores que tienen bonos del tesoro en su cartera, ya que ésta merma los rendimientos y, por tanto, anula la rentabilidad de la inversión.

Todo ello beneficia al oro de inversión, que permanece a la espera mientras la tasa de inflación estadounidense alcanzó el pasado 22 de octubre el 2,7%, su nivel más alto de los últimos nueve años.

De momento, los mercados ya han descontado que la inflación no es, como aseguran desde la Fed, solo temporal. En este escenario, el oro debería beneficiarse gracias a su papel como depósito de valor, que se pone de relieve en momentos de alta inflación.

Salir de la versión móvil