El paladio fue el metal que experimentó una mayor revalorización durante el pasado año, con un crecimiento superior al 40% entre enero y diciembre de 2017. En cambio, en 2018 ha experimentado una importante caída, en parte provocada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Como explican desde Retail Crowd, el paladio es una materia prima esencial para la industria del automóvil (se utiliza en la fabricación de catalizadores para los motores de gasolina), por lo que su precio suele ser un indicador bastante fiable de la demanda de vehículos.
Lógicamente, con la guerra comercial afectando al crecimiento económico global, la expectativa de ventas de los fabricantes de vehículos se ha reducido.
Sin embargo, desde el pasado mes de agosto, la tendencia ha cambiado y el precio del paladio se ha disparado en más de un 25%, en parte debido a que los inversores se han librado del miedo a la guerra comercial, pero también a la percepción que hay en el mercado de que el Gobierno chino quiere fomentar el crecimiento económico.
A ello ha contribuido también la situación de déficit de suministro en el mercado, por tercer año consecutivo.
El pasado mes de julio, la Unión Europea registró un récord de matriculaciones de vehículos, que es un indicativo de que la demanda de automóviles está creciendo.
Esto es una buena noticia para el paladio, cuyo precio ha subido desde los 833 dólares la onza en agosto a 1.060 dólares en septiembre, gracias al incremento de la demanda de vehículos y maquinaria industrial, y al descenso del suministro de metal.