El rodio, el metal precioso más valioso, alcanzó su precio máximo histórico hace dos meses, con 30.950 dólares la onza. Desde entonces ha perdido alrededor de un tercio de su valor y ahora cotiza a cerca de 20.000 dólares la onza. La solución a los problemas de suministro del metal, que lo habían impulsado hacia esa cifra histórica, han sido el factor determinante para que el precio del metal vuelva a la normalidad.
El rodio es el metal precioso más caro, pero también uno de los mayores desconocidos. Se utiliza, en aleaciones con platino o paladio, para la fabricación de termopares (dispositivos que miden las altas temperaturas), resistencias de hornos eléctricos y en la fabricación de fibra de vidrio, además de como recubrimiento de otros metales tanto en aplicaciones industriales como en joyería y platería.
Su precio registró su máximo histórico hace dos meses, con 30.950 dólares la onza. En la actualidad, ha bajado casi un tercio, hasta el entorno de los 20.000 dólares.
Según el último informe Heraeus Precious Metals Appraisal, de la refinería alemana Heraeus, el precio del rodio ha mostrado una trayectoria ascendente desde su mínimo de 2016, debido al crecimiento de la demanda y la rigidez del mercado. La combinación entre el aumento de la producción de vehículos ligeros y la aplicación de una legislación sobre el control de emisiones más estricta en China, Estados Unidos y Europa, unido a los problemas de suministro y la recuperación de la demanda en un mercado en déficit, provocó que los precios se dispararan a principios de 2021.
Ahora, una vez superados esos problemas de suministro, es improbable que el precio del rodio vuelva a alcanzar los niveles que tuvo.
Según el informe de Heraeus, el mercado del rodio ha mostrado un claro crecimiento en cuanto a su demanda respecto a los niveles de antes de la pandemia: la demanda global estimada para este año es de 1,18 millones de onzas (36,85 Tm), un 2,6% más que en 2019, debido al mayor número de vehículos fabricados y al aumento de la carga de rodio en cada uno de ellos.
Se espera, además, que la demanda crezca el año que viene, una vez que se superen los problemas de producción de vehículos.
Desde Heraeus consideran que el alto precio alcanzado por el rodio constituye un incentivo para incrementar la producción: “el suministro debería subir el año que viene, una vez que se haya recuperado la producción de Nornickel y se procese el stock extraído en Sudáfrica. Los productores sudafricanos están obteniendo unos márgenes importantes gracias al rodio. Incluso un precio del rodio significativamente inferior que el máximo de hace dos meses servirá para incentivar la producción, aunque aumentar la producción requiere tiempo e inversión de capital”.
En opinión de loa analistas de la refinería alemana, el alto nivel de precios del rodio va a persistir durante algún tiempo, ya que se espera que el mercado continúe en situación de déficit durante el próximo año. La combinación de suministro adicional y sustitución por otros metales más baratos en algunas de sus aplicaciones permitirán equilibrar el mercado, pero ambas opciones son limitadas a corto plazo.
De hecho, industrias como el vidrio ya han reducido su consumo de rodio, aunque en el caso de la fabricación de catalizadores, serán necesarios al menos dos años de investigación y desarrollo para poder sustituir satisfactoriamente el rodio.