Tras siete meses seguidos de registrar pérdidas, el precio del oro puede acercarse a los 1.800 dólares la onza durante el próximo mes de diciembre y protagonizar un buen año 2023, gracias al cambio de ciclo en la política de la Reserva Federal y a la bajada del dólar.
Después de rozar los 2.000 dólares la onza durante el mes de marzo, a consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el precio del oro ha experimentado un año 2022 muy discreto, con siete meses seguidos de caída.
Sin embargo, las perspectivas para el próximo mes de diciembre y para el año 2023 son bastante más positivas, según la compañía australiana de trading Pepperstone. La sesión del pasado martes, 15 de noviembre, supuso un nuevo impulso para el precio del oro, ante la ralentización del índice de precios al productor de Estados Unidos y las tensiones geopolíticas ante la incertidumbre sobre el origen del misil que causó la muerte a dos personas en territorio polaco.
Según Chris Weston, jefe de investigación de Pepperstone, “estamos viendo señales de consolidación antes de que el precio del oro pueda alcanzar los 1.800 dólares la onza en el cuarto trimestre y más allá. Ha sido un año frustrante para los inversores en oro, y ha habido un coste de oportunidad al mantener posiciones largas, especialmente porque el efectivo ha surgido como una clase de inversión sin riesgo”.
A corto plazo, las condiciones para el oro son favorables, y se espera que el mes de diciembre sea “muy animado”, según Weston, quien apuntó que un factor clave que hay que vigilar de cara al final del año es el dólar estadounidense, que recientemente ha dado margen para que los precios del oro suban después de haber pesado mucho sobre los metales preciosos a lo largo de 2022.
“Dada la subida del oro frente a los tipos reales de Estados Unidos, podemos ver que es el dólar el determinante clave, y con la salvaje actividad de venta que ha llevado al Índice Dólar por debajo de 106, el XAU [índice formado por 30 empresas mineras que cotizan en la Bolsa de Valores de Filadelfia] se ha beneficiado”, señala el informe de Pepperstone.
Otro factor importante puede ser el posible final o una pausa prolongada en el ciclo de subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, en el mes de marzo de 2023.
Antes de esta pausa, la Fed podría desacelerar la subida de tipos ya en la próxima reunión de diciembre, en función del dato del IPC estadounidense, que se publicará el 14 de diciembre, un día antes de la reunión del Consejo de la Reserva Federal.
Los mercados están valorando un 85,4% de posibilidades de que se produzca una subida de tipos de 50 puntos básicos en diciembre, lo que supone una ralentización con respecto al ritmo de 75 puntos básicos utilizado durante las últimas cuatro reuniones.