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El reciclaje de oro y plata de los aparatos electrónicos, un negocio rentable

Smartphones para reciclar

A pesar de que en los últimos meses han caído los precios del oro, la plata y el paladio, y también de que los fabricantes de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tabletas u ordenadores cada vez emplean menos metales preciosos en su fabricación, las empresas que se dedican a este tipo de reciclaje ‘urbano’ están obteniendo grandes beneficios.

El reciclaje de los metales preciosos contenidos en los dispositivos electrónicos, al que cada vez se dedican más empresas en todo el mundo, está resultando un buen negocio, a pesar del descenso de los precios de oro, plata y paladio durante este año 2021.

Como señala Alex Kamczyc desde el medio especializado Recycling Today, el mercado de la electrónica de consumo está valorado en alrededor de un billón de dólares en 2020 y se espera que crezca a una tasa compuesta anual del 8% entre 2021 y 2027, según los datos de la consultora Global Market Insights.

Los principales factores que han contribuido a este crecimiento son la proliferación de teléfonos inteligentes, la creciente demanda de televisores con tecnología ‘smart TV’ y las innovaciones tecnológicas en dispositivos como los auriculares y equipamientos de audio.

Los fabricantes de todos estos dispositivos siguen encontrando fórmulas para incrementar su producción y hacer que los dispositivos sean cada vez más pequeños y ligeros, además de reducir los costes disminuyendo el volumen de metales preciosos utilizados en el proceso de fabricación.

Esta reducción de la cantidad de metales preciosos por dispositivo, lejos de ser una mala noticia para las empresas dedicadas al reciclaje de aparatos electrónicos, este mercado ha crecido y ha disparado su rentabilidad durante los últimos diez años.

Uno de los factores que han permitido este crecimiento de la rentabilidad de las empresas de reciclaje de aparatos electrónicos es la reducción de la vida útil de estos dispositivos, que quedan obsoletos cada vez en menos tiempo debido a las innovaciones que introducen las empresas.

Así, según el informe Global E-waste Monitor 2020, cada año se descartan 50 millones de toneladas de aparatados electrónicos. Una cantidad que, en 2021, aumentará hasta los 52,2 millones.

Según la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense, por cada millón de teléfonos móviles tirados a la basura se reciclan 15.800 kilos de cobre, 350 de plata, 34 de oro y 15 de paladio.

En cuanto a los obstáculos con que se están encontrando las empresas dedicadas al reciclaje de metales preciosos de la basura electrónica, la introducción de las baterías de iones de litio ha complicado y encarecido el proceso, ya que la rotura de las mismas implica un importante riesgo de incendios, por lo que deben ser retiradas a mano previamente.

Tanto la reducción de la carga de metales preciosos en los dispositivos como la presencia de baterías de iones de litio ha obligado a las empresas de reciclaje a replantearse sus procesos, reducir los costes y mejorar la adquisición y transporte de las materias primas.

Según John Shegerian, confundador y CEO de ERI, la clave de la rentabilidad puede estar en la innovación y la inversión. Esta compañía ha firmado acuerdos con fundiciones que le permiten maximizar sus beneficios.

En cualquier caso, para que estas empresas obtengan beneficios la clave está en el conocimiento profundo del mercado de los metales preciosos y de cuáles de ellos han aumentado su valor.

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