La imparable subida de precio del rodio, un metal precioso de la familia del platino y considerado como el más raro y valioso del mundo, ha permitido que se disparen los beneficios de las compañías mineras que extraen platino o paladio como primera actividad y obtienen como subproducto el preciado metal.
El rodio es, ahora mismo, el metal más valioso del mundo. De brillo plateado, altamente reflectante y con una enorme resistencia a la corrosión, su principal aplicación es en la fabricación de catalizadores para automóviles, donde se utiliza en pequeñas cantidades, junto con platino o paladio.
En estos momentos, el precio del rodio supera los 15.850 dólares la onza, casi nueve veces el precio del oro. Por este motivo, las compañías mineras que obtienen rodio como subproducto de la extracción de platino, están obteniendo unos enormes beneficios, hasta el punto de que este metal se ha convertido en su principal fuente.
En el caso de Anglo American Platinum, la compañía sudafricana que es la principal productora mundial de paladio, el rodio ha supuesto el 45% de sus beneficios en el primer semestre del año, más que el platino y el paladio juntos.
Para su compañía matriz, Anglo American Plc, el rodio ha generado mayores beneficios que los diamantes extraídos por su filial De Beers o el cobre que extrae de sus minas de Chile y Perú.
La clave está en la enorme escasez del rodio y su inigualable capacidad para reducir las emisiones de óxido nitroso de los sistemas de escape de los vehículos, que ha permitido que su precio se dispare por el endurecimiento de la legislación relativa a las emisiones contaminantes.
El pasado mes de marzo, el precio del paladio alcanzó la cifra récord de 29.800 dólares la onza, nada menos que 17 veces más valioso que el oro.
Más del 80% de la producción mundial de rodio procede de Sudáfrica y en los últimos años se ha convertido en el principal producto de exportación desde este país.
A pesar de que el precio ha caído más de un 40% desde el máximo que registró en marzo, el metal sigue contribuyendo de manera significativa a los beneficios de las compañías que extraen platino y paladio, y que obtiene como el rodio como subproducto.
De cara al futuro, su contribución seguirá siendo importante, aunque no tan decisiva. Para el CEO de Impala Platinum, Nico Muller, las condiciones del mercado van a permitir que el metal siga cotizando por encima de los 15.000 dólares la onza durante el año que viene.
Sin embargo, Neal Froneman, CEO de Sibanye-Stillwater, cree que el precio caerá a un nivel más sostenible, en torno a los 10.000 dólares la onza.