El rodio es el metal precioso más caro del mundo, con un precio muy superior al del oro, plata, platino y paladio. Está muy relacionado con estos dos últimos, ya que forma parte de los llamados metales del grupo del platino (PGM). Los analistas estiman que su precio puede crecer aún más, debido al aumento de la demanda, su suministro limitado y la imposibilidad de sustituirlo por otros metales en sus aplicaciones industriales.
Según explican desde Mining Weekly, el precio del rodio se ha incrementado de forma notable durante los dos últimos años y todo apunta a que lo va a seguir haciendo.
Desde Noah Capital Markets, su analista de minería, Rene Hochreiter, segura que su precio puede llegar a los 7.000 dólares la onza a finales de este año: “el rodio va a subir mucho de precio, ya que no existen stocks acumulados de este metal. Además, el platino y el paladio son intercambiables y pueden sustituirse entre sí en determinadas proporciones. Con el rodio, esto es imposible, ya que con él tiene lugar una reacción de reducción, en vez de la reducción de oxidación del platino y el paladio”.
Esto explica lo elevado de su precio, especialmente cuando se le compara con el paladio: un volumen mucho menor de rodio puede provocar la misma reacción que el paladio, según explican desde la refinería Impala Platinum.
El endurecimiento de la legislación relativa a las emisiones de dióxido de carbono y óxido de nitrógeno en Europa y China va a propiciar un aumento de la demanda de rodio, necesario en los nuevos dispositivos de control de gases.
Además, el rodio es el único metal que se puede utilizar para controlar las emisiones de óxido de nitrógeno en los catalizadores, por lo que no puede darse un fenómeno de sustitución por platino o paladio, lo que va a conducir invariablemente a un aumento de la demanda.
A pesar de la subida que ha protagonizado recientemente, el precio del rodio todavía está muy lejos de los registros máximos que alcanzó en el año 2008, superando los 10.000 dólares la onza. En los seis primeros meses del año, el precio del rodio subió hasta los 2.840 dólares la onza, desde los 2.188 que registraba hace un año.
Suministro y demanda
El mercado del rodio es muy pequeño, alrededor de diez veces menor que los del platino y el paladio, e insignificante en comparación con el del oro. La mayor parte del suministro procede de Sudáfrica, país que acapara el 80% del suministro primario y el 60% del suministro total, además del 30% del reciclaje.
El problema es que el suministro procedente de Sudáfrica está afectado por una serie de problemas (cuestiones operativas, costes crecientes y falta de inversión de capital), por lo que no se espera que crezca, a pesar de la subida del precio del metal.
La demanda está dominada por los sectores de fabricación de catalizadores, la industria del vidrio y, en menor medida, la industria química. En porcentajes, la demanda del sector del automóvil ha crecido un 6% y representa el 85% del total. La del sector del vidrio también ha experimentado un notable crecimiento en el último año, un 8%, gracias a la inversión de capital en la industria de fibra de vidrio.
Se espera que la demanda siga creciendo durante los próximos cuatro años. Según los analistas, si no fuera por el volumen de rodio que se obtiene del reciclaje, su precio se dispararía fácilmente hasta los 10.000 o 15.000 dólares la onza.
En cuanto a su evolución futura, el aumento de la demanda y los problemas del suministro auguran una revalorización del metal, cuyo precio podría multiplicar por cinco el del paladio. Cualquier circunstancia que afecte a la producción minera de rodio en Sudáfrica va a impactar en el precio, debido al pequeño tamaño del mercado de este metal, caracterizado por su iliquidez y su sensibilidad a los cambios en la demanda a corto plazo.