La industria minera del oro cuenta ahora mismo con más valor para los inversores que el propio metal precioso, según un reciente informe del Banco de Montreal, que también recomienda a los inversores que no se desprendan del metal precioso, por su potencial de subida.
Según el último informe del Banco de Montreal, el sector minero del oro puede representar un mayor valor para los inversores que el propio metal precioso, aunque no recomiendan a éstos que se desprendan de sus posiciones en el metal.
“Aunque la retirada de los programas de compra de bonos es casi segura y los rendimientos reales de éstos van a seguir siendo negativos, no vemos ninguna razón para que se produzca una desbandada entre los inversores en oro. Durante el foro de Denver esperamos que se debata sobre los beneficios relativos de la inversión en acciones frente a la inversión en oro físico”, señalan los analistas del banco canadiense.
Representantes de las principales compañías mineras de oro mundiales y otros ejecutivos de esta industria se reúnen estos días en persona, después de más de dos años, en el Denver Gold Forum, que se celebra en la capital del estado de Colorado.
El informe repasa la evolución reciente del precio del oro y recuerda que ahora mismo se encuentra por debajo de los 1.800 dólares la onza, después de haber perdido un 6% de su valor en lo que llevamos de año.
Pese a ello, desde Bank of Montreal creen que el precio actual del metal todavía resulta positivo para el sector minero, que cuenta con un importante flujo de capital de cara al futuro cercano.
“No hay duda de que estamos en un momento muy interesante para el oro: la Reserva Federal está a punto de empezar a desmontar su programa de compra de bonos y a subir los tipos de interés, mientras los productores se enfrentan al infrecuente problema de qué hacer con el importante flujo de caja que se está generando ahora mismo”, señala el informe.
Los analistas del banco canadiense no creen que el cada vez más cercano cambio en la política monetaria de la Reserva Federal vaya a provocar la huida de los inversores en oro: “aunque esperamos que se produzca una ralentización de la compra de activos hacia finales de año, lo que va a repercutir en el oro, con la persistencia de los rendimientos negativos en los bonos, el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas y la posibilidad de que aumente la volatilidad en los mercados, creemos que el potencial de que el metal precioso experimente una corrección severa como la que sufrió en 2013 es relativamente bajo”.
El informe de BMO también se refiere a la cuestión de los costes de extracción: “históricamente, cuando el precio del oro sube, los costes van a continuación. En el pasado, esta dinámica ha provocado que los inversores cuestionen la disciplina de la industria. Ahora, las compañías mineras parecen dispuestas a controlar los costes. Esto supone un desafío especial este año, ya que las mineras se enfrentan a presiones inflacionarias que escapan a su control”.