El oro ha reaccionado al alza tras los bombardeos por parte de Estados Unidos en Siria, aunque el nivel que ha alcanzado el precio del metal ha dejado insatisfechos a muchos inversores. Se especulaba con que la intervención estadounidense contra el régimen de Al Assad iba a desencadenar una escalada del precio del oro que le llevara cerca de los 1.400 dólares la onza, pero la subida ha sido más contenida.
Desde TD Securities argumentan que esta relativa decepción se debe a que el mercado desconfía ante la posibilidad de que la Reserva Federal adopte una política monetaria mucho más restrictiva.
En un informe, los analistas de la compañía señalan que “las tensiones internacionales y, en menor medida, la depreciación del dólar y la volatilidad de los mercados de capitales han impulsado al oro hasta los 1.365 dólares. Pero el metal aún tiene que salir de los estrechos márgenes de precios en que se mueve, debido a las expectativas de nuevas subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense”.
Los acontecimientos de mediados del mes de abril pudieron servir para provocar que el precio del oro superara este estrecho rango de precios, pero la subida, tras los bombardeos en Siria, las sanciones a Rusia y el temor a una guerra comercial entre Estados Unidos y China, fue limitada, dado que analistas e inversores confiaban en ver al metal cotizar por encima de los 1.370 dólares la onza.
En opinión del analista jefe de TD Securities, Bart Melek, “los gestores de carteras suelen tomar posiciones en oro en periodos de incertidumbre, dado su papel como activo refugio. Pero después de que el líder chino señalara que estaban dispuesto a llegar a algún tipo de acuerdo comercial con los Estados Unidos, el precio del oro cayó”.
Con la llegada de la calma tras los bombardeos en Siria, a partir del lunes, 16 de abril, la atención de los mercados se volcó en la posibilidad de que la Reserva Federal continúe subiendo los tipos de interés durante este año.
Los informes de la reunión de la Fed del pasado 21 de marzo apuntan a la posibilidad de que la política monetaria sea algo más agresiva de lo previsto, por lo que el precio del oro volvió a caer al entorno de los 1.330 dólares la onza, incapaz de superar la horquilla de precios que lo ha tenido, durante muchos meses, entre los 1.300 y los 1.370 dólares la onza.
Los analistas esperan ahora alguna pista por parte de la Reserva Federal que permita averiguar si tiene intención de ralentizar las subidas de tipos, en función del nivel de inflación. “Ello podría suponer el impulso que necesita el precio del oro para superar el nivel máximo y acercarse a los 1.400 dólares la onza”, señala el informe de TD Securities.