Un equipo de arqueólogos israelíes ha encontrado un tesoro formado por 44 monedas de oro acuñadas en el siglo VII de nuestra era, que estaban escondidas en un muro de un yacimiento arqueológico cercano a la ciudad de Cesarea de Filipo.
Según ha informado la Autoridad de Antigüedades de Israel, el tesoro, con un peso total de unos 170 gramos, se encontraba escondido en un muro situado en el Parque Natural del Arroyo Hermón (Banias), cerca de lo que fue la ciudad de Cesarea de Filipo.
Por la época en la que fueron acuñadas, los expertos que las han analizado consideran que debieron ser escondidas en torno al año 635 de nuestra era, cuando se produjo la conquista musulmana de la zona, que puso fin al dominio bizantino.
La región de Cesarea de Filipo formaba parte del Imperio Romano de Oriente que, tras la caída de Roma en el año 476 d. C. por el ataque de los hérulos al mando del rey Odoacro, se había mantenido unificado, como Imperio Bizantino.
Según Yoav Lerer, director de la excavación en la que se han encontrado las monedas, “podemos imaginar al propietario ocultando su fortuna ante la amenaza de la guerra, con la esperanza de volver algún día a recuperar su propiedad. Pero ahora sabemos que no tuvo esa suerte”.
Por su parte, la doctora Gabriela Bijovsky espera que las monedas ayuden a documentar la vida de la familia del emperador Heraclio, en cuyo reinado (610-641) se acuñaron la mayor parte de las piezas. El resto se acuñaron durante el mandato de su predecesor, el emperador Focas (602-610).
Además de las monedas de oro, la excavación, en un barrio residencial de la antigua ciudad, también descubrió restos de edificios, canales y tuberías de agua, monedas de bronce y mucho más, según las autoridades israelíes.
El lugar del yacimiento, conocido actualmente como Banias, ocupa un lugar especial en la tradición cristiana, ya que es donde Jesús dijo al apóstol Pedro: “sobre esta roca edificaré mi iglesia”.