Un arqueólogo aficionado ha encontrado en una localidad al sudoeste de Dinamarca el que se considera como uno de los mayores tesoros desenterrados en el país. Se trata de un conjunto de 22 objetos de oro que los expertos han datado como fabricados en torno al siglo VI de nuestra era.
El descubrimiento se produjo en las proximidades de la ciudad de Jelling, al sudoeste del país, hace seis meses, aunque no se ha hecho público hasta ahora. Su protagonista, Ole Ginnerup Schytz, estaba examinando un terreno con un detector de metales que acababa de adquirir, cuando sonó la alarma del dispositivo.
El hallazgo comprende un total de 22 objetos de oro, algunos de los cuales han sido datados en torno al siglo VI d. C. Entre ellos se encuentra un medallón del tamaño de un plato de café (ver imagen). El peso total de los 22 objetos es de poco menos de un kilo.
La ciudad de Jelling, en cuyas cercanías se encontró el tesoro, cuenta con un importante pasado vikingo, ya que fue la cuna de los reyes vikingos entre los siglos VIII y XII de nuestra era.
Según Mads Ravn, director de investigación del Museo Vejle, donde se van a exponer los objetos a partir de febrero de 2022, el tesoro “contiene numerosos símbolos, algunos de los cuales son desconocidos para nosotros, que nos permitirán ampliar nuestro conocimiento sobre los hombres de este periodo”, anterior a la Era Vikinga.
El llamado tesoro de Vindelev está formado por una serie de medallones ricamente decorados, denominados ‘bracteates’.
Algunos de los objetos tienen motivos e inscripciones rúnicas que pueden hacer referencia a los gobernantes de la época, pero que, además, según algunos de los investigadores que hasta ahora han tenido la oportunidad de examinar el tesoro, recuerdan a la mitología nórdica.
También se han encontrado algunas monedas de oro, mucho más antiguas, del Imperio Romano. En concreto, una moneda con la efigie del emperador romano Constantino el Grande (285-337 d. C.), quien autorizó a los cristianos a practicar libremente su religión, en el año 313.
La moneda fue acuñada a más de 2.000 kilómetros de distancia del lugar donde se ha encontrado, por lo que los investigadores han podido determinar que el continente europeo ya estaba conectado en la Edad del Hierro mediante vínculos comerciales y de guerra.
Se trata de monedas que se reutilizaron como joyas, añadiéndoles un pasador para que pudieran colgarse al cuello como adorno. Este tipo de piezas suele perder su valor numismático por este añadido. Pero en este caso, su valor es más arqueológico que numismático.
El lugar donde se encontraron las piezas ha sido excavado por arqueólogos del Museo Nacional, con fondos públicos. Los expertos han determinado que el tesoro fue enterrado en una casa comunal hace unos 1.500 años y que, posiblemente, perteneció a un hombre poderoso y adinerado: “solo una persona que estuviera en la cima absoluta de la sociedad habría podido recolectar un tesoro como el que se ha encontrado. Hasta ahora no teníamos ninguna pista que pudiera hacernos pensar que aquí residía un señor de la guerra, mucho antes de que surgiera el reino de Dinamarca”, asegura Ravn.
Los historiadores señalan que una buena parte de los hallazgos de oro de Escandinavia proceden de mediados del siglo V. Ello se debe a que en el año 536 d. C. se produjo una enorme erupción volcánica que generó una enorme nube de cenizas que provocó una catástrofe climática, con años de escasez y hambrunas.
Pese a que se han encontrado más de 40 kilos de objetos de oro de esta época, el hallazgo de Vindelev se considera el más importante, por la cantidad de detalles de las piezas recuperadas.
El Museo Vejle tiene previsto exponer todos los objetos encontrados a partir del próximo mes de febrero, como parte de una gran exposición sobre los vikingos.