Una caja que contenía más de un centenar de krugerrand de oro fue entregada por error a una residencia de ancianos de la ciudad renana de Lürrip (Alemania). Las monedas se hallaban ocultas bajo un cargamento de bebidas calóricas que una viuda donó sin saber que era el lugar donde su fallecido esposo ocultaba sus ahorros.
En total, se hallaron 109 krugerrand de una onza de oro, valorados en unos 1.000 euros la pieza. Según informó el periódico local Rheinische Post, la donación partió de una viuda de 78 años que, al fallecer su marido, había enviado el cargamento de bebidas calóricas que éste solía tomar al Lindenhof Senior Centre de la ciudad de Lürrip, cercana a Mönchengladbach (Alemania).
La responsable de la residencia, Anja Maser, encontró una nevera portátil oculta entre las bebidas. Al abrirla aparecieron las monedas de oro. Otra empleada de la residencia, Claudia Spetsman, reconoció inmediatamente que se trataba de krugerrand sudafricanos, al ver en ellas la imagen del “springbok” o antílope sudafricano.
Además de los 109 krugerrand, la nevera contenía algunas monedas más antiguas y de mayor valor, que elevaban el valor total del tesoro a más de 100.000 euros.
Debido a la envergadura del hallazgo, las empleadas contactaron con la Policía local para que encontrara a la responsable de la donación. Gracias a la etiqueta que aún se conservaba en una de las cajas de bebidas pudieron averiguar la dirección donde se habían enviado, que era la del fallecido consumidor de estas bebidas energéticas especiales.
Como es lógico, cuando la Policía entregó a la viuda la caja con las monedas, ésta se quedó asombrada; sabía que su marido coleccionaba monedas, pero no tenía ni idea de cómo habían ido a parar al cargamento de bebidas donadas a la residencia.
La anciana agradeció la honestidad de las empleadas de la residencia al entregar el tesoro a las autoridades. Éstas, por su parte, están investigando el caso, ya que sospechan que podría tratarse de un plan para robar las monedas que no salió como los ladrones esperaban.