El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, anunció el pasado 1 de noviembre en Miami (Florida, EEUU), que el presidente Donald Trump había firmado una orden ejecutiva mediante la que se imponen sanciones a Venezuela que afectan, entre otros sectores de la economía, a las exportaciones de oro.
Apenas unos días después de que el Departamento de Estado de EEUU denunciara el comercio irregular de oro “sin control medioambiental ni de calidad” por parte del Gobierno de Venezuela, para financiarse, como avanzó Oroinformación, la administración Trump ha dado un paso más y ha impuesto sanciones al ejecutivo que preside Nicolás Maduro, además de a Nicaragua y Cuba.
Según explicó John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de EEUU, la orden prohíbe a personas e instituciones estadounidenses participar en las ventas “corruptas o engañosas” de oro por parte del Gobierno de Venezuela, además de en cualquier otro sector de la economía local que determine el Gobierno de los Estados Unidos.
En su discurso pronunciado en Miami, Bolton vaticinó un cambio pacífico de régimen en Venezuela y señaló que el Gobierno de Donald Trump adoptará una postura muy severa respecto a los “dictadores y tiranos que se encuentran cerca de nuestras costas” y aludió a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua como “la troika de la tiranía”.
Según Bolton, la medida adoptada por el Gobierno estadounidense se justifica “en vista de las acciones ejecutadas por el régimen de Nicolás Maduro y de personas relacionadas al mismo para saquear la riqueza de Venezuela para sus propios objetivos corruptos”.
Uno de los motivos que han conducido a imponer estas sanciones sobre el comercio del oro venezolano es el hecho de que el Gobierno de Maduro haya estado vendiendo parte de su oro a Turquía, lo que ha contribuido a aliviar la situación del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, también sometido a sanciones por parte de los Estados Unidos.
En concreto, según datos del Gobierno turco, Venezuela ha exportado un total de 23,62 toneladas de oro a Turquía entre enero y septiembre de 2018, valoradas en unos 900 millones de dólares.
El régimen de Nicolás Maduro está sirviéndose del petróleo y el oro como medios de financiarse, en medio de una grave crisis económica e hiperinflación. Desde la oposición se acusa al Gobierno de estar esquilmando los recursos del país.
De hecho, el régimen de Maduro ha utilizado parte de sus reservas de oro como garantía para el pago de diversos préstamos y swaps contratados con bancos internacionales, para aliviar sus necesidades de tesorería.
Según los últimos datos publicados por el Consejo Mundial del Oro, las reservas de este metal en poder del Banco Central de Venezuela se elevan a 161,2 toneladas, 26,4 menos de las que tenía hace un año.