La producción de oro estimada de Estados Unidos a cierre del año 2019 fue de 200 toneladas de oro, un 11% menos que en 2018. Su valor estimado en el mercado fue de 9.000 millones de dólares.
Los últimos datos publicados por el United States Geological Survey (USGC) revelan que Estados Unidos extrajo en 2019 unas 200 toneladas de oro, valoradas en 9.000 millones de dólares.
Esta cifra es un 11% inferior a la registrada un año antes y también inferior a las 237 toneladas de 2017, que fue el mejor de los últimos cinco años.
La producción de oro estadounidense se reparte entre 12 estados, aunque son los de Nevada y Alaska los que concentran el mayor número de minas.
Alrededor del 7% de la producción nacional de oro procede de las minas de metales de base, en especial de cobre, de las que el metal precioso es un subproducto.
Las 27 mayores minas acaparan más del 99% de la producción total de oro, que se procesa en las 15 refinerías autorizadas.
En cuanto al reciclaje, en 2019 se obtuvieron unas 130 toneladas, casi un 11% más que las 117 toneladas de 2018. Estas 130 toneladas equivalen a aproximadamente el 89% del consumo anual.
Por otro lado, la cantidad de oro importado para consumo doméstico se elevó a 170 toneladas, procedentes en su mayoría de México (26%), Canadá (22%), Perú (13%), Colombia (9%) y otros (30%).
Según el informe del USGS, el 11% de disminución de la producción de oro estadounidense en 2019 se debió a la caída de la producción en las minas de Bald Mountain, Carlin y Cortez (Nevada), y de Fort Knox y Pogo (Alaska).
Respecto a la inversión en lingotes y monedas de oro, cayó más de un 19% interanual, mientras que el consumo por parte del sector de joyería subió ligeramente.
El United States Geological Survey también señala en el informe que las reservas de oro identificadas en el subsuelo estadounidense ascienden a 15.000 toneladas, mientras que las no descubiertas se estiman en unas 18.000 toneladas, la cuarta parte de las cuales se encuentran contenidas en depósitos de pórfido de cobre.