El próximo 21 de marzo la firma Cayón Subastas presentará una venta extraordinaria en sala con 508 lotes de monedas, medallas y sigilografía, desde piezas griegas e ibéricas hasta actuales. Destacan de época de Felipe IV dos monedas acuñadas en el antiguo Real Ingenio o Casa de Moneda de Segovia: un cincuentín de 1651 y una onza de 8 escudos de 1632.
Un total de 508 lotes de monedas, medallas y piezas sigilográficas (sellos pendentes), saldrán a puja el 21 de marzo en una venta extraordinaria de la firma madrileña Cayón Subastas.
El catálogo recoge monedas antiguas, visigodas, sigilografía real del medievo y monedas, Austrias, Borbones y monedas actuales.
Destaca por su interés histórico el lote 2105 corresponde a Felipe IV. Segovia, Real Ingenio. 50 reales o cincuentín. 1651. I superado por punto. El tercer dígito de la fecha muy débil como es usual en esta fecha. Cy6592 (18.000 €). Metal agrio. Golpecitos en canto. Ligero desplazamiento en el corte que permite ver los dientes de arrastre. MBC o algo mejor. Con salida en 7.000 euros ya ha alcanzado los 10.000 euros en pujas online y presumiblemente puede llegar a los 14.000 euros.
Como explica magistralmente el investigador numismático de origen estadounidense Glenn Murray, los cincuentines (50 reales de plata), con un diámetro de 76 mm, son las monedas más grandes jamás acuñadas. Sólo el Real Ingenio de Segovia – casa de moneda particular del rey – que funcionaba con un moderno sistema mecánico de acuñación, disponía de la tecnología necesaria para acuñar semejantes piezas. Mientras que en las demás casas de moneda se seguían acuñando con la primitiva técnica de martillos a lo largo del siglo XVII, el Real Ingenio de Segovia contaba con molinos hidráulicos traídos desde la Casa de Moneda de Hall, cerca de Innsbruck, en Austria.
Después de un largo vacío de labores de cualquier tipo de moneda en el Real Ingenio, que duró desde 1637 hasta 1651, por fin encontramos en este último año a unos nuevos mercaderes de plata acuñando moneda en Segovia. Juan Cruz de Gainza y Pedro Azpilicueta estaban acuñando 6.713 kilos de plata traída en barras y otros 3.021 kilos procedentes de moneda falta de ley acuñada en la Casa de Moneda de Potosí, en un escándalo que casi desacreditó la buena reputación que tenía la moneda española alrededor del mundo.
Gainza y Azpilicueta, pidieron y recibieron autorización para acuñar hasta 23 kilos en cincuentines, por lo que hemos de considerar que los ejemplares conocidos con fecha de 1651, proceden de la plata que ellos acuñaron en el Ingenio. Esta licencia es curiosa porque por primera vez se especifica en un texto «…previniendo lo necesario para que no se exceda en la cantidad«, lo que nos indica que la producción de estas monedas gigantes siempre fue restringida y limitada (Archivo General de Simancas Tribunal Mayor de Cuentas, leg. 916; y Casa y Sitios Reales, leg. 350-1º, fols. 210 y 218).
La otra pieza a destacar de esta extraordinaria subasta de Cayón es el lote 2106, también correspondiente a Felipe IV. Segovia, Real Ingenio. 8 escudos u onza de oro. 1632. R sobre A superada de cruz. Cy6765. Rayita tras el numeral del rey. Alguna mínima marquita. MBC+. Magnífico ejemplar. Extremadamente rara. Puja mínima, 55.000 euros.