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Facebook e Instagram venden monedas y lingotes de oro falsos procedentes de China

Lingote de oro falso

La falsificación de monedas de inversión y lingotes de oro es cada vez más habitual, con acabados más perfeccionados y nuevos canales de ventas. Buena parte de ellas proceden de China y están utilizando redes sociales como Facebook e Instagram como medios para llegar a sus clientes, en vez de páginas comerciales como eBay y Amazon.

En un interesante artículo publicado en Newsmax, el experto Michael Fuljenz, presidente de Universal Coin & Bullion, da a conocer importantes novedades en cuanto a la falsificación de monedas de colección e inversión, y lingotes de oro.

Desde esta organización han adquirido numerosas piezas supuestamente raras y lingotes a precios sospechosos y evidentemente falsos, con el objetivo de analizarlas y difundir sus características para evitar que inversores y coleccionistas incautos caigan en las redes de los falsificadores.

La mayoría de estas piezas falsificadas proceden de China y lo más relevante es el hecho de que redes sociales como Facebook e Instagram han tomado el relevo de eBay y Amazon como las principales vías de contacto entre los vendedores y sus posibles clientes.

Según datos de Forbes, la falsificación es el principal negocio delictivo mundial, muy por delante del tráfico de drogas o de personas. Se espera que a finales de 2022 crezca hasta los 2.800 billones de dólares y provoque la pérdida de 5,4 millones de puestos de trabajo solo en los Estados Unidos.

Una característica de los falsificadores es que eligen monedas extremadamente valiosas y venden las copias a unos precios muy bajos, por lo que es evidente que se trata de reproducciones o copias. El problema es que, como apunta en su artículo Fuljenz, “ninguna de estas monedas falsas cuenta con la palabra ‘COPY’ grabada en su superficie, como exige la Ley de Protección de Hobbies frente a Falsificaciones de 2014”.

Pese a haberse comprometido a luchar contra los productos falsificados y la vulneración de los derechos de propiedad intelectual por parte de empresas de su país, el Gobierno chino continúa recaudando miles de millones de dólares con la venta de mercancía falsificada, lo que está empezando a afectar más de lo esperado a un área de la economía estadounidense.

No solo se trata de que muchos ciudadanos que han confiado en los metales preciosos como medio de ahorro e inversión vean cómo sus lingotes son falsos. El problema es que las falsificaciones están llegando también a industrias que utilizan componentes en cuya fabricación se requieren estos metales.

Estos componentes falsificados, procedentes en su mayoría de China, se están instalando en maquinaria a incluso en aeronaves estadounidenses, lo que constituye un enorme riesgo, ya que pueden provocar fallos a altas velocidades.

Según la Administración Federal de Aviación, cada año se instalan alrededor de 520.000 piezas falsificadas o no homologadas en aviones estadounidenses. El problema afecta también a la aviación militar, que se encuentra desbordada por la proliferación de estos recambios, de los que el 70% procede de China.

Volviendo a la numismática, las falsificaciones no solo afectan a las propias monedas, sino también a los envases y etiquetas de las compañías que certifican la autenticidad y el estado de conservación de las piezas, como Numismatic Guaranty Company (NGC).

Y los billetes tampoco están exentos de problemas: según los datos que aporta Mike Fuljenz en el artículo, en abril de 2021 el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras se incautó de 685.000 dólares falsos, en billetes de 5, 10, 10, 50 y 100 dólares, procedentes de China.

En los tres primeros meses del año pasado, la Policía estadounidense confiscó más de 100 envíos de billetes falsos, por un valor total de 1,64 millones, solo en el centro logístico internacional de Chicago. En EEUU existen un total de nueve centros de este tipo.

El problema es que la legislación aprobada en marzo de 2020, modificando una ley de 1946 sobre propiedad intelectual, solo reconocería la responsabilidad de las plataformas de comercio electrónico en la distribución de productos falsificados si éstos entrañan algún riesgo para la salud.

Ello dejaría fuera a las monedas y otros productos, incluso a pesar de que algunas piezas y lingotes falsificados procedentes de China contienen trazas de cianuro, lo que podría suponer un riesgo muy significativo para la salud.

Según Fuljenz, el objetivo de la comunidad numismática estadounidense es ejercer presión para que se modifique esta ley en 2022 de forma que ampare también a las falsificaciones de monedas y haga referencia a la Ley de Protección de Hobbies de 2014.

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