Icono del sitio Oroinformación

Fracasa el plan de reciclaje de oro en la India

Uno de los más ambiciosos proyectos del Gobierno de Narendra Modi en relación con el oro, el de volver a poner en el mercado los miles de toneladas de este metal que permanecen inmovilizadas en los numerosos templos de la India y en miles de hogares, parece abocado al fracaso, a tenor de las cifras obtenidas en su primer año de aplicación, que hacen cuestionarse el plan, por sus altos costes y escasos resultados.

El objetivo principal que se ha marcado el Gobierno indio con este plan, puesto en marcha a finales de 2015, es introducir oro suficiente en el exigente mercado indio (el segundo mayor comprador de oro del mundo, tras China) como para lograr reducir la cifra de importaciones anuales, que oscila entre las 900 y las 1.000 toneladas anuales.

En 2016, por ejemplo, la India gastó 30.000 millones de dólares en importar oro, casi lo mismo que gastó el Estado indio en la importación de petróleo. Con semejantes cifras, no es extraño que el Gobierno busque alternativas, como volver a poner en marcha minas de oro abandonadas durante la época colonial, que permitirán introducir más oro de producción propia en el exigente mercado.

En esta línea de maximizar la producción propia entra el proyecto planteado por el Gobierno de reciclar las miles de toneladas que se encuentran almacenadas en los numerosos templos diseminados por el país. Un oro que fue entregado por los fieles como ofrenda a los dioses, y que los templos conservan en sus instalaciones

Después de 16 meses de aplicación, el plan solo ha logrado recuperar siete toneladas de oro de las 24.000 que se calculan almacenadas en manos privadas, en los templos y los hogares de la India. Es decir, apenas un 0,03%, en su mayoría procedente de templos, según fuentes oficiales citadas por Reuters (en la imagen, Templo de Oro en Amritsar).

Las familias, que acumulan casi el 80% de estas 24.000 toneladas de oro que el Gobierno quiere movilizar, han ignorado por completo los planes del Gobierno. De hecho, casi medio centenar de los centros abiertos por el Gobierno para verificar la pureza del oro aún no han procesado ni un solo gramo de oro de procedencia doméstica.

La cuestión es que el programa obliga a los ciudadanos interesados en depositar el oro a pasar numerosos trámites y molestias lo que, dado lo poco que obtienen, no les compensa.

El primer ministro indio Narendra Modi presentó en sociedad el programa, en noviembre de 2015, con el objetivo de reducir los miles de millones de dólares que la India gastaba en importar oro, lo que representaba el 27% de su déficit comercial en el primer trimestre de 2016.

La idea era que los poseedores de oro lo entregaran a los bancos a cambio de un interés y un abono en metálico si decidían venderlo. El Gobierno se encarga de fundir ese oro y subastarlo a los joyeros, lo que reduce la cantidad de oro que éstos necesitan importar.

Sin embargo, la logística del programa implica que los propietarios del oro son quienes sufragan el coste de verificar la pureza del metal y fundirlo, mientras que el tipo de interés ofrecido es de apenas un 2,5%, frente al 7-8% de rentabilidad que ofrecen los depósitos bancarios.

En piezas pequeñas, el coste de los análisis y la fundición puede ser incluso superior al beneficio que se puede obtener con la entrega del oro, por lo que no es extraño que este programa apenas tenga seguimiento por parte de los particulares.

Otra cuestión que ha frenado el interés público por este programa de reciclaje de oro tiene más que ver con cuestiones organizativas. Como explicaba un cliente potencial a Reuters, muchos bancos no aceptan la entrega del oro porque ni siquiera están familiarizados con el procedimiento, ni han sido informados por sus compañías.

Y es que los propios bancos tampoco están muy interesados en el programa, ya que los beneficios que obtienen son insignificantes. Además, las provisiones que permiten que se deposite el oro hasta a 15 años van a incrementar los riesgos monetario y de liquidez, según ha planteado un informe del Centro de Política del Oro de la India.

De momento, las refinerías de oro, que habían duplicado su capacidad en los últimos años para adelantarse a un posible aluvión de oro reciclado, están funcionando muy por debajo de su capacidad real. Pero sin la implicación de los bancos en el proceso, el programa está abocado al fracaso.

Desde la patronal bancaria y la Asociación de Joyeros han pedido al Gobierno que replantee el programa, aclarando las dudas de los consumidores y ofreciendo incentivos a los bancos para que participen.

Salir de la versión móvil