Un total de cinco lingotes de oro y un millar de monedas, valorados en un más de 600.000 euros, han aparecido ocultos en varios botes de mermelada y una antigua caja fuerte descubiertos en una vivienda vacía por funcionarios del ayuntamiento de Morez, un pequeño pueblo cerca de las montañas Jura.
Según ha informado la prensa local, el oro se encontraba oculto en tres tarros de mermelada y una caja fuerte de una vivienda que estaba siendo inspeccionada de cara a su rehabilitación en el municipio de Morez, un pequeño pueblo situado en la región montañosa de Jura, fronteriza con Suiza.
El alcalde del pueblo, Laurent Petit, explicó que el antiguo edificio, de tres pisos, está situado en el centro de la ciudad y había sido habitado hasta hace unos años por cuatro hermanos, ninguno de los cuales tenía hijos.
Cuando el último de los hermanos falleció el año pasado a los 90 años, un pariente ofreció al ayuntamiento la posibilidad de comprar el inmueble por 130.000 euros. Al igual que muchos otros municipios de la zona, Morez tiene en marcha proyectos de compra y rehabilitación de antiguos edificios, con el objetivo de atraer a nuevos habitantes.
“La vivienda estaba repleta de objetos y mobiliario. Parece que habían pasado varias generaciones sin que se deshiciesen de nada y viviendo de una forma muy modesta. Llegamos a un acuerdo para adquirir la propiedad y estábamos vaciando poco a poco el inmueble”, explicó Petit.
Sin embargo, los trabajos de limpieza del edificio se interrumpieron el año pasado debido al confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19, que afectó de forma especialmente grave al este de Francia.
Meses después, y teniendo en cuenta que Morez, debido a su cercanía a la frontera suiza, tenía un glorioso pasado como centro histórico de fabricación de relojes e instrumentos ópticos, los funcionarios del ayuntamiento decidieron examinar el contenido de la vivienda, para verificar si había algún objeto de interés histórico.
El edificio fue registrado por el propio alcalde, el director de los servicios municipales y un representante del museo local. Se repartieron los pisos, uno cada uno, y comenzaron a examinar el contenido de cajas y armarios.
“Encontramos tres tarros de mermelada llenos de lingotes de oro, escondidos detrás de muchos otros objetos en una estantería. Nos quedamos estupefactos. Ninguno de nosotros había tenido nunca en la mano una pieza de oro. Solo lo habíamos visto en fotografías, y vimos que parecían muy grandes: pesaban un kilo cada uno y tenían el tamaño de un paquete de tabaco”, recordó el alcalde.
Además de los lingotes, los tarros contenían también monedas de oro, todo ello por un valor total de más de medio millón de euros.
Sin embargo, la casa contenía aún más sorpresas. El segundo hallazgo, comunicado por el alcalde de Morez a una soprendida corporación municipal la semana pasada, se encontraba en una caja fuerte oculta en la parte trasera de un armario, detrás de unas cajas de cartón. La caja fuerte contenía cientos de monedas de oro, valoradas en más de 150.000 euros.
Las fotografías facilitadas por el ayuntamiento revelan que la mayoría, o incluso la totalidad de las monedas de oro acumuladas por esta familia podrían ser piezas de oro de 20 francos suizos, conocidas como Vreneli.
Según Petit, fue imposible determinar qué miembro de la familia, que había trabajado en la industria relojera y óptica de Morez, empezó a amasar esta pequeña fortuna.
El alcalde también explicó que el pariente que les había vendido la casa reaccionó bien a las noticias del hallazgo, que ahora pertenece a la corporación municipal. Al parecer, el vendedor había oído hablar de un tesoro escondido, pero no creía que siguiera estando en la casa.
El dinero obtenido con la venta del oro será destinado a un proyecto especial de interés público, aún por determinar. “No nos vamos a convertir en las Las Vegas del Jura, pero este hallazgo nos ha hecho un poco más felices”, señaló el alcalde a la prensa.