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Garantía, calidad y liquidez, las ventajas de invertir en lingotes y monedas de platino

Halcón de Plantagenet, moneda de platino de la serie 'Bestias de la Reina', acuñada por la Royal Mint

Además de ser un metal con numerosas aplicaciones industriales, en el campo de la electrónica, ciencia médica, química y motores, el platino no deja de ser un metal precioso que sirve como activo en el que invertir, tanto en su forma de lingotes como en monedas de inversión, también conocidas como bullion.

En inglés, la palabra bullion se utiliza para designar dos tipos de productos de inversión en metales preciosos: lingotes y monedas de inversión. Sin embargo, en español se reserva el término bullion para las monedas.

En el caso del platino, y según explican desde la página web del Consejo Mundial de Inversión en Platino (WPIC, por sus siglas en inglés), los lingotes y monedas de platino de inversión comparten las mismas características: una pureza garantizada de al menos el 99,95%.

Lingotes y monedas de platino constituyen una fórmula directa y sencilla de añadir platino físico a la cartera de inversión, garantizando tanto su procedencia como su calidad, en especial si proceden de Casas de la Moneda soberanas como la británica The Royal Mint o la United States Mint.

Desde el WPIC destacan también que la inversión en productos de platino físico ofrece a los inversores una enorme liquidez, ya que tanto lingotes como monedas pueden comprarse y venderse con gran facilidad. Su precio se forma a partir de la pureza del producto, el precio spot del mismo en el mercado y un pequeño margen que incluye los costes de manufactura y suministro.

En el caso de los lingotes de platino, su pureza suele ser de 99,95% y están fabricados en refinerías que cumplen los estrictos criterios establecidos por el London Platinum and Palladium Market, el mayor centro internacional de comercio de estos metales.

Habitualmente, los lingotes de platino están disponibles en un amplio rango de tamaños, en gramos o en onzas troy (31,10 gramos), a partir de tamaños muy pequeños, lo que permite a los inversores contar con un precio de entrada muy razonable, a partir de unas 20 libras esterlinas (25 dólares).

Al igual que sucede con otros metales preciosos como el oro, se ofrece a los clientes la opción de guardar los lingotes adquiridos en su propio domicilio o mantenerlos en custodia en una cámara acorazada de una empresa especializada, por un precio razonable.

Por lo que se refiere a las monedas de inversión, que en español llamamos bullion, también están hechas de platino de pureza 99,95%. Existen versiones en platino de los bullion más apreciados del mercado internacional, como el American Eagle estadounidense o la Hoja de Arce de Canadá.

Sin embargo, las emisiones de monedas de inversión en platino son bastante menos frecuentes que las de sus versiones en oro. De hecho, como señalan desde el WPIC, antes de 2016 ninguna de las principales cecas mundiales habían acuñado una nueva moneda de platino en un periodo de diez años.

Desde ese año, debido al mayor interés de los inversores por el platino, y a la apreciación de éste, han ido apareciendo en el mercado nuevas monedas de inversión en platino por parte de las principales Casas de la Moneda mundiales.

Por ejemplo, The Royal Mint ha lanzado la versión en platino de su bullion Britannia, así como versiones en este metal de las monedas correspondientes a la serie conocida como “Las Bestias de la Reina”.

Por su parte, la Münze Österreich austriaca también ha lanzado una versión en platino de su famosa Filarmónica de Viena.

Para el año que viene, las opciones serán aún mayores para los inversores, ya que The Royal Mint va a acuñar una nueva moneda de la serie “Las Bestias de la Reina”: el Halcón de los Plantagenet, mientras que la australiana The Perth Mint acuñará su primera moneda de platino, como parte de la tercera serie “Australia Lunar”.

Las monedas de inversión en platino, aunque evidentemente no están pensadas como moneda circulante, se consideran de curso legal, lo que les confiere una mayor garantía de autenticidad y les permite disfrutar de ventajas fiscales en algunos países.

Como monedas de curso legal, llevan un valor facial que es significativamente inferior al valor de las mismas en el mercado. Por ejemplo, los American Eagles estadounidenses muestran un valor facial de 50 dólares en el caso del oro, y 100 dólares en el del platino.

Tanto los lingotes como las monedas de platino cuentan con una demanda sostenida, de caso 300.000 onzas (9,3 Tm) de promedio anual desde 2013. Desde el Consejo Mundial de Inversión en Platino señalan que, además de la accesibilidad y liquidez, la inversión en lingotes y monedas resulta muy atractiva para los inversores, ya que no conlleva riesgo de crédito o contraparte, a diferencia de otros activos como las acciones o los bonos. Además, añadir platino a una cartera de inversión permite diversificarla.

En la actualidad, el platino cotiza con un importante descuento respecto al oro, después de muchos años de haber sido el metal precioso más valioso. En algunos países, como en los Estados Unidos, se admite el platino entre los activos con que cuentan los planes de pensiones.

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