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Goldman Sachs eleva sus previsiones sobre el oro y apunta a los 2.500 dólares la onza

Sede de Goldman Sachs

A pesar de que el precio del oro se redujo en 2021, circunstancia que no ocurría desde 2015, importantes bancos mundiales siguen apostando por el metal precioso para 2022 debido a su condición de activo refugio, ante un entorno económico desfavorable.

Si ayer eran los analistas de Bank of America quienes, en un informe del que dimos cuenta en este periódico, apostaban por el oro como activo refugio y protección frente a la inflación, ahora se suma otro de los grandes bancos de inversión estadounidenses: Goldman Sachs.

En un informe publicado en estos días, los analistas del gigante bancario estadounidense han revisado al alza sus previsiones, situando el precio del oro a 12 meses vista en 2.150 dólares la onza, desde los 2.000 dólares que habían estimado anteriormente. El informe recomienda también a los inversores que compren futuros de oro con entrega en diciembre de 2022.

Esta revisión al alza se produce después de un año 2021 decepcionante, en el que el precio del oro cayó casi un 4% interanual. Según el informe de Goldman Sachs, esta caída del precio del metal tiene sentido en un entorno de fuerte actividad económica y expectativas de que la subida de la inflación iba a ser solo temporal.

“El elevado ritmo de crecimiento económico y la estabilidad en los precios provocaron una subida de la práctica totalidad de los activos de alto riesgo, especialmente de las criptomonedas. Como resultado, el oro no solo perdió el favor de los inversores, a quienes ya no interesaban un activo refugio, sino que vio cómo las criptomonedas competían con él como depósitos de valor. Además, la divergencia entre las expectativas de crecimiento global contribuyó a que el dólar subiera por encima de nuestras expectativas”, señala el informe.

Pese a ello, desde Goldman Sachs esperan que la tendencia cambie durante este año 2022: “en estos momentos, la combinación crecimiento global-inflación es muy diferente. Aunque aún no se habla de recesión, nuestros economistas prevén una deceleración material en el crecimiento de los Estados Unidos, mientras que la perspectiva inminente de un nuevo ciclo de subida de los tipos de interés conduce a un sentimiento de aversión al riesgo entre los activos de inversión a largo plazo”.

En este sentido, los analistas del banco de inversión estadounidense creen que apostar por el oro va a ser muy efectivo en el actual entorno macroeconómico para que los inversores protejan sus carteras del riesgo de ralentización y caída de la valoración de los activos.

El informe de Goldman Sachs es previo a la reunión de política monetaria de la Reserva Federal, en la que se espera que el organismo prepare a los mercados para una subida de los tipos de interés en el mes de marzo. Según el informe, “al contrario de lo que muchos inversores esperan, el oro ha sido muy resistente durante el reciente incremento de los tipos de interés reales en Estados Unidos. En nuestra opinión, esto se debe a la doble condición del oro como un elemento de protección frente a la inflación y como un activo defensivo.

El riesgo, según los analistas, es que la persistencia de la inflación pueda forzar a la Reserva Federal a adoptar una política monetaria más agresiva, lo que podría repercutir en el crecimiento económico futuro. De hecho, Goldman Sachs ya rebajó las expectativas de crecimiento de la economía estadounidense, ya que considera que el Gobierno no va a ser capaz de salir adelante con sus planes de estímulos fiscales.

“Conforme se vaya ralentizando el crecimiento económico a lo largo de 2022, aumentará la percepción de recesión por parte de los mercados. Esto permitirá que aumente el interés de los inversores por el oro, a pesar de la subida de los tipos de interés”, señalan.

Otro factor que están vigilando desde Goldman Sachs es la amenaza de la inflación. Durante el año pasado, el temor a la inflación se mantuvo relativamente a raya, debido a que la Fed consideraba la subida de precios como transitoria.

Sin embargo, ahora están empezando a considerar que puede quedarse enquistada y que es más persistente de lo que esperaban: “creemos que, si la inflación se moviera hacia el 4%, el oro podría alcanzar los 2.500 dólares la onza, debido a su histórica relación con aquélla”.

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