El precio del oro ha superado la barrera de los 2.000 dólares la onza por primera vez desde agosto de 2020. Las circunstancias que rodean a esta subida del metal precioso, con factores como la inestabilidad geopolítica y graves turbulencias en los mercados de capitales globales, hacen que los expertos prevean una subida sostenida en el precio del oro durante los próximos meses.
Estas circunstancias excepcionales han llevado a los analistas del banco de inversión estadounidense Goldman Sachs a elevar, una vez más, las previsiones sobre el precio objetivo del oro.
Así, dada la volatilidad actual de los mercados, desde Goldman Sachs estiman que el precio del oro alcanzará los 2.300 dólares la onza en los próximos tres meses, 350 dólares más que su anterior previsión de 1.950 dólares la onza.
De cara a los próximos seis meses, los analistas del banco estadounidense creen que el metal precioso puede superar los 2.500 dólares la onza por primera vez en su historia, superando los 2.078,80 dólares que alcanzó el metal hace unas horas y que constituye su máximo hasta ahora, por encima de los 2.067 dólares de agosto de 2020.
En un reciente informe, los analistas Mikhail Sprogis, Sabine Schels y Jeffrey Currie, de Goldman Sachs, señalan que “la última vez que vimos acelerar simultáneamente todos los factores principales de la demanda fue entre 2010 y 2011, cuando la subida del oro fue de casi un 70%. Dada la actual revisión a la que se están sometiendo la inversión y la demanda, hemos revisado al alza nuestras previsiones sobre el precio del oro a tres, seis y 12 meses, desde 1.950, 2.050 y 2.150 dólares a 2.300, 2.500 y 2.500 dólares la onza, respectivamente”.
Los ETF de oro están experimentando un crecimiento muy importante por primera vez desde 2020 y desde el banco de inversión creen que su impulso se va a acelerar aún más, ya que el mercado aún no ha asumido el posible impacto de una desaceleración del crecimiento de la economía estadounidense, que va a ser la consecuencia de las medidas adoptadas para controlar la inflación.
Por otro lado, desde Goldman Sachs creen que la clásica relación negativa que mantiene el oro con los tipos de interés reales se va a romper, ya que éstos no van a reflejar la situación real de temor de los inversores cuando la Reserva Federal comience a subir los tipos. “Como ha sucedido en el pasado, el precio del oro tiende a subir durante los ciclos de subida de los tipos de interés por parte de la Fed”, señala el informe.
Bancos centrales
Según los analistas de Goldman Sachs, otra consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia será que el Banco Central de la Federación Rusa no solo no va a vender sus reservas de oro, sino que es probable que vuelva a convertirse en un importante comprador de metal una vez que el rublo se estabilice.
De hecho, el informe apunta que es probable que, dada la experiencia de Rusia en el manejo de las reservas estratégicas, otros bancos centrales decidan seguir su ejemplo y aumentar la proporción de oro dentro de éstas, a largo plazo.
Desde el banco estiman que la demanda de oro por parte del sector oficial alcance un máximo histórico durante el segundo semestre de 2022, debido a que cuentan con importantes argumentos para encarar la diversificación hacia el oro, como son los actuales factores geopolíticos derivados de la situación de Ucrania.
“Creemos que para el segundo semestre de 2022, la demanda global de los bancos centrales alcanzará una cifra récord anual de 750 toneladas, frente a las 450 de 2021. Esto, unido a la revisión al alza en nuestras previsiones de flujo de capitales hacia los ETF de oro, debería impulsar el precio del metal a finales de este año a los 2.500 dólares la onza”, prevé el informe del banco estadounidense.