Este miércoles 21 de marzo, la Reserva Federal estadounidense, bajo la presidencia de Jerome Powell, se reúne para decidir una más que probable subida de los tipos de interés. La decisión de la Fed respecto a los tipos y la orientación que pueda adoptar en su política monetaria van a marcar el futuro inmediato del precio del oro.
Según un informe de TD Securities, si esta política monetaria no es demasiado agresiva (es decir, es más “paloma” que “halcón”, utilizando la metáfora tan usada en política), el oro podría liberarse y comenzar a negociar en una horquilla de precios más amplia que la que lo ha constreñido durante las últimas semanas.
En opinión del jefe de estrategia de commodities de TD Securities, Bart Melek, el mercado ya ha descontado al 100% la posibilidad de una nueva subida de los tipos de interés, “pero dada la actual debilidad de los mercados de capitales, los mediocres datos económicos y el incremento de la retórica en torno a una posible guerra comercial, creemos que no es seguro que la Fed adopte una política agresiva en esta ocasión”.
Su previsión es que el oro podría experimentar una importante subida hacia finales de semana. De hecho, desde TD Securities recuerdan que las cinco últimas veces que la Fed subió los tipos de interés, en unos movimientos calificados como conservadores, el oro reaccionó de la misma manera: al alza, una vez que se anunció la cuantía de la subida, porque la subida en sí ya estaba descontada al 100%.
Desde principios de marzo, el precio del oro se ha movido en un rango de entre 1.302 y 1.340 dólares la onza, debido al conflicto entre una posible política agresiva por parte de la Reserva Federal y el crecimiento de las tensiones geopolíticas.
Una de las cuestiones que más preocupan a los mercados, dentro de esta espiral de creciente tensión, es la posibilidad de que la administración Trump imponga el pleno proteccionismo en la política comercial estadounidense.
Según el informe de TD Securities, “no cabe duda de que el proteccionismo va a perjudicar el crecimiento económico global, al reducir el flujo internacional de bienes. Y eso va a ser muy beneficioso para el oro. Un crecimiento económico menor de lo esperado supone unos tipos de interés reales (descontando la inflación) más bajos y resulta negativo para los mercados de capitales, por lo que el precio del oro debería reaccionar al alza, alcanzando niveles de 1.366 dólares la onza o incluso más”.
De momento, en la apertura de los mercados del martes, 20 de marzo, el precio no ha experimentado grandes cambios: a primera hora, el precio spot caía un 0,01%, hasta los 1.316,50 dólares la onza, mientras que en la London Bullion Market Association (LBMA), alcanzaba los 1.312,75.