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Hallada en Devon (Inglaterra) una de las primeras monedas de oro acuñadas en el país

Monedas de oro de Enrique III

Un buscador de tesoros aficionado encontró el pasado mes de septiembre en un área rural del condado de Devon una moneda de oro acuñada en 1257, durante el reinado de Enrique III y considerada como una de las primeras monedas de este metal que circularon en Inglaterra.

El autor del hallazgo, cuya identidad no ha sido revelada a petición propia, encontró la pieza el pasado mes de septiembre al registrar con un detector de metales el terreno de una granja situada en Hemyock, en el condado de Devon, al sudoeste de Inglaterra.

Al principio no advirtió la importancia de su hallazgo, hasta que publicó una foto de la pieza en Facebook y fue contactado por un experto de la casa de subastas Spink, de Londres.

Se trata de una de las primeras monedas de oro acuñadas en Inglaterra, en 1257, durante el reinado de Enrique III, por William de Gloucester, utilizando oro procedente del norte de África.

Tan solo se conocen ocho ejemplares similares, casi todos pertenecientes a varios museos, por lo que se ha valorado la pieza en más de 400.000 libras esterlinas (unos 480.000 euros).

Según los expertos, esta moneda es la primera que muestra el retrato ‘real’ de un rey inglés en su trono desde los tiempos de Guillermo el Conquistador. La pieza muestra el retrato de Enrique III, con barba, sentado en su trono sobre el Gran Mosaico de la Abadía de Westminster.

El reverso de la moneda muestra una cruz rodeada de rosas y puntos.

Se calcula que en su día se acuñaron unas 52.000 monedas como ésta, con el doble del peso de un penique de plata y valoradas en 20 peniques, equivalentes a unas 60 libras esterlinas actuales.

Sin embargo, su funcionamiento como medio de pago era inviable, dado que el valor facial de las piezas era muy inferior al valor del oro del que estaban acuñadas. Por ello, en cuanto falleció el rey Enrique III, la práctica totalidad de las monedas se retiraron de la circulación y se fundieron.

Se conocen piezas similares en las colecciones del Museo Británico, el Museo Fitzwilliam de Cambridge y en colecciones privadas.

Según Gregory Edmond, experto de la casa de subastas Spink, “como experimento económico, el penique de oro de Enrique III se ha considerado desde siempre como el fracaso absoluto de un rey debilitado y en quiebra”.

Pese a ello, la pieza tiene un enorme valor histórico, ya que muestra al rey sentado en el trono sobre un mosaico de cruces, que sería la referencia más temprana al llamado ‘Gran Mosaico Cosmati’ de la Abadía de Westminster, diseñado en 1259 y construido en 1268. “En suma, esta moneda muestra al rey entronizado en el lugar de coronación de los reyes de Inglaterra, por primera vez desde Guillermo el Conquistador”, señala Edmond.

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