La caída de las últimas semanas en el precio del oro se va a detener, debido a que los factores que lastraban la cotización del metal son cada vez más limitados.
Es la opinión de los analistas del banco británico HSBC, quienes apuntan que la presión inflacionaria global y las perspectivas de un endurecimiento en la política monetaria por parte de diversos bancos centrales ha perjudicado al oro.
El máximo alcanzado por este metal en lo que llevamos de año fue de 1.295,97 dólares la onza el pasado 6 de junio. Desde entonces, el precio spot ha caído un 6%, alcanzando su mínimo desde mediados de marzo en la segunda semana de julio, tras lo cual ha experimentado un rebote.
Según James Steel, analista jefe de metales preciosos de HSBC, esta tendencia a la baja no va a continuar, ya que los factores que presionan al oro a la baja son cada vez más limitados.
“Creemos que el oro se va mantener en los niveles actuales, por encima de los 1.200 dólares la onza, aunque sin atraer excesivo interés entre los inversores como para superar este nivel”, señala.
Desde HSBC creen que una posible estabilización de los precios del petróleo y la reactivación de la demanda por parte de los mercados emergentes, en especial de la India, debería estabilizar el precio del oro.
Respecto a la inestabilidad política, el analista jefe de metales preciosos de HSBC cree que la situación desencadenada por Corea del Norte podría animar a los inversores a recurrir al oro para protegerse, en caso de que continúe la escalada de tensión con los Estados Unidos.
“El oro ha sido inmune a los riesgos geopolíticos, incluyendo los derivados de Corea del Norte, pero creemos que la tensión se está incrementando de forma global, de forma que puede aumentar el interés por el oro como valor refugio”, concluye.