El Banco Nacional de Hungría aumentó sus reservas de oro desde 31,5 a 94,5 toneladas durante el pasado mes de marzo, con el argumento de que el metal precioso es el mejor depósito de valor en estos momentos. La institución continúa con una política que empezó en 2018, año en que multiplicó por diez sus reservas de oro.
El Banco Nacional de Hungría (Magyar Nemzeti Bank) ha publicado un comunicado en su página web en el que informa sobre el aumento de sus reservas de oro desde 31,5 a 94,5 toneladas en el pasado mes de marzo, como continuación de una estrategia que comenzó en 2018.
En ese año, como ya informamos desde este medio, Hungría decidió aumentar sus reservas desde las 3,1 toneladas a 31,5, multiplicando por diez las reservas de oro que tenía en esos momentos.
Este aumento aún no se refleja en el listado que mensualmente publica el Consejo Mundial del Oro, y que se actualizó el pasado 7 de abril, ya que éste refleja las operaciones realizadas con dos meses de antelación, es decir, a cierre del mes de febrero.
Cuando lo haga, y a expensas de las operaciones que pudieran realizar el resto de entidades, Hungría escalará desde el puesto 60 que ocupa en la actualidad hasta el 39. Dentro de los países comprendidos en la región de Europa Central y del Este (Albania, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumanía), Hungría pasa del sexto al tercer puesto, por detrás de Polonia y Rumanía, que cuentan con 228,7 y 103,6 toneladas, respectivamente.
Además, la cifra de reservas de oro per cápita en Hungría ha crecido desde 0,1 a 0,31 onzas, lo que le permitido convertirse en el país de la región con mayor cantidad de oro por ciudadano.
Activo de reserva fundamental
El comunicado publicado por el Magyar Nemzeti Bank señala que “a lo largo de la historia, el oro ha desempeñado diversas funciones en los diferentes sistemas financieros. Aunque desde el punto de vista de la política monetaria el metal ha perdido relevancia desde la década de los 70 del pasado siglo, su papel como activo tradicional de reserva ha seguido siendo fundamental desde entonces”.
Una de las claves de esta importancia que desde el Banco Nacional de Hungría conceden al oro es el hecho de que no comporte riesgo de crédito o de contraparte, lo que lo convierte en uno de los activos de reserva fundamentales, junto con los bonos del tesoro.
Prueba de ello, según el Banco Nacional húngaro, es el hecho de que en los últimos años se haya disparado la demanda de oro por parte del sector oficial, con datos tan llamativos como las 656 toneladas netas adquiridas en 2018 o las 669 de 2019, las cifras más altas del último medio siglo.
En cuanto a las razones que han llevado a los gestores del Magyar Nemzeti Bank a triplicar sus reservas de oro en marzo, el comunicado lo deja claro: “la gestión de los nuevos riesgos que han surgido como consecuencia de la pandemia de coronavirus también ha tenido un papel fundamental en la decisión. La subida de la deuda gubernamental o del riesgo de inflación también ha incrementado la relevancia del oro como activo refugio y depósito de valor en nuestra estrategia nacional”.