Hace más de 150 años que se descubrió oro en el estado de Idaho. En este tiempo, el estado se ha convertido en una de las principales jurisdicciones mineras de la Unión. Desde el año 1885, Idaho ha producido metales por valor de más de 2.000 millones de dólares, en especial plata. Sin embargo, la minería de oro se encuentra paralizada.
Por ello, el Gobierno del estado ha iniciado contactos con una serie de compañías mineras, con el objetivo de animarles a explorar las posibilidades de extracción de oro en la región.
En una entrevista publicada en Kitco News, el gobernador de Idaho, Butch Otter, señala que el estado está dispuesto a trabajar con diversas compañías mineras para explorar el potencial de los yacimientos de oro que aún no han sido explotados en la región.
Según el gobernador, “la minería forma parte del ADN de Idaho. Tenemos fama de saber hacer negocios de forma correcta. Los inversores buscan estabilidad, seguridad y previsibilidad, cualidades que el gobierno del estado garantiza a los operadores del sector de recursos”.
La apuesta del gobierno de Otter está empezando a ofrecer resultados: de momento, la minera Barrick Gold (primera compañía del mundo por volumen de extracción de oro) acaba de invertir 38 millones de dólares en la compañía canadiense Midas Gold, propietaria de los derechos de explotación de la mina de oro de Stibnite, al norte del estado de Idaho.
Según Midas Gold, el yacimiento de Stibnite es la octava mayor reserva de oro de los Estados Unidos, con unas perspectivas de producción de 337.000 onzas (10,5 Tm) anuales. La inversión de Barrick va a dar continuidad a un proyecto que aún se encuentra en la fase de obtener permisos y que podría pasar al siguiente nivel en 2020.
Además de la apertura de esta nueva mina, varias compañías se han mostrado interesadas en la reapertura de viejas explotaciones. Es el caso de la compañía Integra Resources, que se está preparando para volver a explotar la histórica mina de DeLamar que, hasta su cierre en 1998 por la caída de los precios de los metales, produjo 1,6 millones de onzas de oro (49,8 Tm) y 100 millones de onzas de plata (3.110 Tm).
Desde esta compañía han elogiado la actitud proactiva del Gobierno de Idaho en cuanto a la gestión de los permisos necesarios para explorar, una labor que se ha resuelto en apenas seis semanas.
Por su parte, la compañía Revival Gold está volcada en rehabilitar la mina de Beartrack, que produjo más de 600.000 onzas de oro (18,6 Tm) en la década de los 90 del siglo XX.
Los responsables de Revival Gold señalan que el Gobierno de Idaho está muy interesado en hacer crecer su economía aprovechando sus recursos naturales de forma responsable y sostenible, y ofrece una seguridad jurídica que convence a los inversores de las compañías mineras.
Desde la Idaho Mining Association señalan también que la actividad de compañías como Integra y Revival con un soplo de aire fresco para el sector minero de Idaho y contribuyen a mejorar la situación económica de algunas localidades.
Esta organización trabaja con el Gobierno del estado para desarrollar el sector minero, para lo que será necesario modificar algunas leyes y regulaciones del sector, algunas de las cuales datan de finales de los años 70 del pasado siglo.