La demanda de oro por parte de los ciudadanos indios se ha disparado durante la primera mitad del año 2017: la cifra total de importaciones durante los primeros seis meses del año se eleva a 521 toneladas, una cantidad superior a la que se registró durante todo el año 2016.
Las razones de este incremento de la demanda en la primera mitad de 2017 respecto a años anteriores vienen dadas por la entrada en vigor del nuevo impuesto sobre bienes y servicios en la India (GST), que grava al oro con un 3%. La llegada de esta nueva tasa ha propiciado que, al igual que ha ocurrido con la plata, los comerciantes se hayan aprovisionado con antelación.
Así, en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2017, la India importó un total de 521 toneladas de oro, cifra que supera a las 510 toneladas que se importaron a lo largo de todo el año 2016, según los datos de GFMS-Thomson Reuters.
Unas importaciones por valor de 22.200 millones de dólares, frente a los 23.000 millones que se invirtieron el año pasado.
En palabras de Sudheesh Nambiath, analista de GFMS-Thomson Reuters a Scrap Register, “la demanda se ha fortalecido por el interés de los ciudadanos en cambiar su dinero en efectivo por oro, una operación que creen que será más complicada una vez que haya entrado en vigor el nuevo impuesto sobre bienes y servicios. Nuestras estimaciones son que al menos un tercio de la demanda relacionada con la temporada de bodas del cuarto trimestre se ha adelantado por este motivo”.
Esta anticipación por parte de los ciudadanos indios ha complicado los planes del Gobierno de Narendra Modi de reducir las importaciones de oro en el segundo mayor consumidor de oro del mundo, para lo que se han articulado medidas para volver a poner en circulación el oro «inactivo» en los templos y hogares del país.