Las últimas estadísticas sobre las reservas de oro en poder de los bancos centrales mundiales, publicadas por el Consejo Mundial del Oro revelan una intensa actividad de compras y ventas durante el pasado mes de julio. A la cabeza de las operaciones de compra se sitúan Camboya, Turquía y Australia, mientras que las mayores ventas las protagonizaron Uzbekistán y Mongolia.
Según el último listado publicado por el Consejo Mundial del Oro el 3 de septiembre, una decena de bancos centrales aumentaron sus reservas de oro, mientras que cuatro aprovecharon el alto precio del metal para liquidar parte de las suyas.
Entre los principales compradores sorprende la presencia del Banco Nacional de Camboya que, según este listado y salvo error u omisión por parte del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), habría adquirido en julio 24,1 toneladas de oro, que elevarían sus reservas hasta la cifra de 36,5 toneladas.
Curiosamente, el análisis que desde el WGC realiza su analista Krishan Gopaul no se menciona nada respecto a esta operación del Banco Nacional de Camboya, por lo que habrá que esperar hasta el listado del mes que viene para confirmar la operación.
El segundo protagonista en el sector de los compradores es más habitual: se trata del Banco Central de la República de Turquía, que ha continuado con su estrategia de incrementar sus reservas de oro para compensar la devaluación de su divisa local, la lira turca.
En concreto, el banco central turco adquirió en julio pasado 19,7 toneladas de oro, que elevan su total de reservas hasta las 602,7 toneladas, que representan el 44,9% del total de reservas en divisas.
La tercera operación en volumen la realizó el Banco de la Reserva de Australia, que en los últimos meses ha realizado varias operaciones de compra y venta de su oro. En esta ocasión, la entidad ha adquirido 18,9 toneladas de oro, con lo que sus reservas pasan a tener 79,6 toneladas, que equivalen al 11,2% de sus reservas totales.
Por su parte, el Banco de la Reserva de la India ha aumentado sus reservas en 6,5 toneladas, que elevan el total de metal precioso en sus cámaras acorazadas hasta las 664,2 toneladas.
Casi la misma cantidad, 6,2 toneladas, ha sido la adquirida por el Banco Central de Catar, cuyas reservas de oro han crecido hasta las 48,4 toneladas.
El resto de operaciones de compra han sido de menor cuantía: el Banco Central de Kazajistán ha añadido 1,9 toneladas de oro a sus reservas, que elevan el total a 380,4; los bancos centrales de Serbia y Ucrania han adquirido cada uno 0,3 toneladas, que elevan sus reservas respectivas a 31,6 y 25,5 toneladas; y los bancos centrales de Grecia y Francia han añadido 0,1 toneladas, con lo que sus respectivas reservas quedan en 113,8 y 2.436,1 toneladas.
Ventas
Por el lado de las ventas, se han realizado algunas operaciones importantes durante el pasado mes de julio, aprovechando el alto precio alcanzado por el oro. La más importante es la realizada por el Banco Central de la República de Uzbekistán, que ha vendido 12,2 toneladas de oro y se queda con unas reservas de 330,6.
En segundo lugar, el Banco Central de Mongolia ha liquidado 6,1 toneladas, con lo que sus reservas actuales ascienden a 11,6 toneladas.
Y dos operaciones de venta que han sorprendido por los bancos que las han realizado: el Bundesbank alemán ha vendido 1,2 toneladas de oro, que dejan su total en 3.362,4, cifra que le permite seguir en un cómodo segundo lugar, por detrás de Estados Unidos, con 8.133,5 toneladas; y el Banco Central de la Federación Rusa, comprador hasta abril pasado, se ha desprendido de 0,5 toneladas, con lo que su cifra de reservas se queda en 2.299,4 toneladas.
Según el Consejo Mundial del Oro, entre enero y julio de 2020, los bancos centrales mundiales han realizado compras netas por encima de las 200 toneladas. Sin embargo, el número de bancos centrales vendedores es ahora mayor que el de compradores: ocho bancos han reducido sus reservas de oro este año en una tonelada o más, frente a siete que las han incrementado en esa misma proporción.
Se espera que el año 2020 se siga cerrando con un balance favorable a los compradores, por undécimo año consecutivo, aunque en menor medida que en años anteriores.