La mina de oro que la compañía canadiense Dalradian tiene intención de poner en explotación en el condado norirlandés de Tyrone podría aportar a la economía de Irlanda del Norte cerca de 1.000 millones de dólares durante los próximos 25 años, además de crear 350 nuevos empleos.
La mina de oro de Curraghinalt, situada en el condado de Tyrone (uno de los seis que se escindieron de la República para formar Irlanda del Norte, junto con Antrim, Armagh, Derry, Down y Fermanagh), podría suponer una importante inyección económica para el gobierno local.
Según informa el diario Belfast Telegraph, Dalradian ha invertido un total de 46,3 millones de libras (52,6 millones de euros) en siete años en la exploración y desarrollo de su concesión de más de 120 hectáreas en la localidad de Curraghinalt.
La compañía calcula que la mina podría aportar beneficios de alrededor de 1.000 millones de dólares durante su vida operativa, que podría ser de unos 25 años.
En declaraciones al diario local, el CEO de Dalradian, Patrick F. N. Anderson, aseguró que los trabajos comenzarán 18 meses después de que se reciba la autorización: “hoy es un día emocionante para Dalradian e Irlanda del Norte. Hemos culminado siete años de exploración y trabajos de ingeniería y medioambientales en el yacimiento de Curraghinalt y hemos obtenido financiación por valor de 206 millones de dólares. Hemos hecho evolucionar el proyecto desde un pequeño yacimiento primario hasta uno de los mejores proyectos de extracción de oro en todo el mundo”.
Una financiación que ha sido aportada por Orion y Osisko, dos de los principales grupos mundiales de financiación a compañías mineras.
Para superar las reticencias de la población local, la compañía minera canadiense ha publicado varios anuncios en la prensa para dar a conocer los beneficios económicos que se van a derivar de la apertura de la mina, que van a representar una de las inversiones extranjeras más importantes que se han hecho en los últimos años en Irlanda del Norte.
Según el CEO de Dalradian, el proyecto va a suponer la creación de 350 nuevos empleos, entre los que se contarán ingenieros, trabajadores de la construcción, mineros y vigilantes. La compañía va a trabajar con los institutos locales para formar a los jóvenes para que ocupen algunos de esos puestos. “La mina va a estar aquí durante mucho tiempo y por eso queremos que los puestos de trabajo sean ocupados por personas que vivan en esta zona, así que es importante que invirtamos en su formación”, aseguró Anderson, quien recordó que tienen minas de similares dimensiones en Canadá que llevan 75 años en explotación.
La compañía espera producir alrededor de 100.000 onzas de oro (3,1 Tm) en el primer año de explotación e ir incrementando la producción progresivamente hasta alcanzar las 160.000 onzas (5 Tm) en el sexto año.
En la actualidad trabajan en la mina un centenar de personas, que ya han construido alrededor de dos kilómetros de túneles para que la mina pueda funcionar de forma segura.
Hay que recordar que Dalradian se encontró con una intensa oposición por parte de la población local, preocupada por los efectos que podría tener en el medio ambiente el uso en la explotación de sustancias tan contaminantes como el cianuro.
Según el CEO de Dalradian, “todas las labores que hemos realizado son completamente seguras. Tanto Irlanda del Norte como la Unión Europea cuentan con una regulación muy restrictiva en esta materia. Estaremos encantados de que se realicen cuantas auditorías e inspecciones sean necesarias, para demostrar a la población que nuestra forma de trabajar es completamente segura”.
Hasta el momento, unos 800 ciudadanos de la zona han visitado la mina para conocer cómo trabaja Dalradian.