Japón va a intensificar las medidas para combatir la importación ilegal de oro, destinando a equipos de investigación a los principales aeropuertos internacionales y endureciendo los registros a los pasajeros.
El pasado martes, 7 de noviembre, el Gobierno japonés ha anunciado las nuevas medidas adoptadas para combatir el contrabando de oro, después de que este delito se haya incrementado de forma exponencial en los últimos tiempos, debido a la diferencia en los impuestos sobre el oro entre Japón y los países limítrofes.
Solo durante el pasado mes de junio, el país ha registrado un total de 467 incidentes relacionados con el contrabando de oro, un 60% más que en el mismo periodo de 2016. Los impuestos recaudados por este concepto por parte de la Hacienda japonesa se han desplomado en un 40%, hasta unos 873 millones de yen (7,67 millones de dólares).
Las medidas incluyen el envío de equipos de investigación y análisis a las ciudades de Tokyo, Osaka y Fukuoka. Desde principios de 2018, un total de 20 expertos trabajarán con las compañías aéreas para reforzar las inspecciones a bordo de las aeronaves, incluyendo el uso de detectores de metales financiados con cargo al presupuesto fiscal del Gobierno para 2017.
El Ministerio de Finanzas propondrá una reforma del impuesto sobre el consumo para la próxima campaña fiscal, que incluirá sanciones más cuantiosas que las actuales, cuyo máximo es de 10 millones de yen (87.500 dólares) y un endurecimiento de las penas.
Los viajeros que introducen oro en Japón deben pagar un impuesto sobre el consumo en la aduana. Los contrabandistas evitan pagar ese impuesto y obtienen un beneficio cuando revenden el oro, ya que cargan un sobreprecio por ese impuesto que, en realidad, no han pagado.
Japón incrementó en 2014 el tipo del impuesto sobre el consumo, desde el 5 al 8%, lo que supuso un incentivo para el contrabando. El beneficio generado por este delito es mayor cuando los contrabandistas proceden de países con un tipo bajo o sin este impuesto. En la mayoría de los casos, el oro introducido en Japón de contrabando procede de países asiáticos.