La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha sacudido también al mercado del oro, no solo por el bloqueo internacional al comercio del metal precioso extraído en Rusia, sino también por las consecuencias que ha tenido la situación sobre las compañías mineras que operan en el país.
La minera canadiense Kinross Gold ha anunciado que ha completado la venta del 100% de sus activos en Rusia al grupo de empresas Highland Gold Mining, por 340 millones de dólares en efectivo.
Esta cantidad incluye 300 millones en dólares estadounidenses, ingresados directamente en la cuenta corporativa de la compañía, más un pago diferido de 40 millones de dólares cuando se cumpla el primer aniversario del cierre de las operaciones de Kinross en Rusia.
Según la minera, tal y como se anunció el pasado 5 de abril, la contraprestación total que se había acordado previamente era de 680 millones de dólares, que incluía un pago de 100 millones al cierre y los 580 millones restantes en pagos anuales entre 2023 y 2027.
Sin embargo, Kinross ha informado de que la contraprestación que se había acordado fue ajustada por las partes tras la revisión por parte de la recién creada Subcomisión de Control de Inversiones Extranjeras de Rusia, que estableció el montante de la operación en los citados 340 millones.
La minera señala que, con la aprobación y finalización de la venta, se ha desprendido de todos sus intereses en Rusia y no cuenta con más obligaciones o responsabilidades en el país. Según el presidente y CEO de Kinross, J. Paul Rollinson, “después de la desinversión completada de nuestro negocio ruso, la cartera reequilibrada de Kinross mantiene una perspectiva de producción sustancial anclada por sus dos activos de nivel uno –Tasiast y Paracatu– así como una sólida cartera de minas en el continente americano, un negocio en crecimiento en Chile y el gran proyecto de clase mundial Great Bear en Canadá”.
Kinross Gold tiene su sede en Canadá y cuenta con minas y proyectos en Estados Unidos, Brasil, Mauritania, Chile, Ghana y Canadá.