La guerra comercial que se está gestando entre los Estados Unidos, por un lado, y potencias económicas como China y Rusia, ha obligado a algunos países a adoptar medidas para protegerse. Es el caso de la antigua república soviética de Kirguistán, aliada comercial tanto de China como de Rusia, que se ha visto obligada a adoptar medidas para evitar la volatilidad de la divisa en ambas naciones.
Como informan desde Bloomberg, Kirguistán se ha convertido en una activa compradora de oro. Según la última estadística publicada por el Consejo Mundial del Oro, correspondiente al mes de mayo, su banco central acumula 8,2 toneladas de oro, que representan algo más del 15% de sus reservas en divisas extranjeras.
Hace apenas un año, sus reservas eran de un poco más de la mitad de esa cifra: 4,9 toneladas de oro, que representaban el 10,1% de las reservas totales. El objetivo es aumentar estas reservas, valoradas en algo más de 2.000 millones de dólares, hasta que superen el 50% de sus reservas internacionales.
Como señala a Bloomberg, el gobernador del Banco Central de Kirguistán, Tolkunbek Abdygulov, “las reglas del juego están cambiando. Da lo mismo las divisas que tengamos en nuestras reservas, dólares, yuan o rublos, no van a evitar que seamos vulnerables”.
De momento, el país tiene ventaja para aumentar sus reservas, ya que precisamente el oro es su principal producto de exportación. La principal mina de Kirguistán es operada por la compañía canadiense Centerra Gold. Desde 2014, su banco central tiene la política de acumular tanto oro como sea posible.
Según el gobernador del Banco Central de Kirguistán, “si decidimos vender oro, podríamos hacerlo fácilmente y cambiarlo por el dinero que necesitamos. Teniendo en cuenta que extraemos mucho oro de nuestro territorio, es lógico pensar que tenemos que mantener una gran parte de nuestras reservas en oro”.