La evolución del precio del oro está cada vez más relacionada con la política monetaria de los Estados Unidos. De las decisiones que adopte el año que viene el nuevo presidente, Jerome Powell, respecto a las subidas de tipos de interés y al desmantelamiento del sistema de auxilio establecido con la crisis, dependerá que el precio del metal vuelva a superar los 1.300 dólares la onza.
Desde las décadas de los 70 y los 80 no había habido tanta relación entre el precio del oro y la política monetaria estadounidense como ahora. Es la opinión de Charles Gibson, director de minería de Edison Investment Research, en una entrevista publicada por Kitco News, en la que afirma que el precio del oro puede caer hasta los 1.010 dólares la onza en 2018 si la Reserva Federal es capaz de desmontar el sistema de auxilio creado para hacer frente a la crisis y que a día de hoy incluye deuda por valor de más de 4,5 billones de dólares.
En cambio, si la Fed se ve obligada a reducir el ritmo de desmantelamiento de este sistema, el precio del oro podría elevarse hasta los 1.400 dólares la onza. Según, Gibson, “el valor del oro viene dado, principalmente, por la política económica y monetaria. Lo que más impacta en el precio del metal es la mayor o menor disponibilidad de dólares”.
Para el director de minería de Edison, el principal problema con el que se enfrenta ahora mismo la Reserva Federal es cómo reducir su balance de deuda y el número de dólares en circulación, al mismo tiempo que promueve el crecimiento de la economía. En su opinión, lo único que logró evitar que Estados Unidos y la economía global cayeran en una espiral de deuda-inflación durante la crisis financiera global fue el hecho de que la Fed inyectó liquidez en el sistema a través de su plan de expansión cuantitativa.
Gibson opina que no es probable que la Reserva Federal logre desmantelar el sistema de auxilio al ritmo que tiene previsto, ya que cualquier debilidad en la economía estadounidense podría obligar a la Fed a desandar el camino andado para evitar una nueva recesión, lo que resultaría muy positivo para el precio del oro.
Para el responsable de Edison, la pregunta que tienen que hacerse los inversores es si la Reserva Federal puede reducir un tercio su balance, hasta el nivel que tenía en 2012, sin que se produzca ningún sobresalto. “La respuesta más probable es que no. Si se analizan los precedentes históricos, las probabilidades de que la Fed lo logre son muy bajas”, concluye.