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La crisis energética, clave para desencadenar la próxima subida del precio del oro

Barriles de petróleo sobre lingotes de oro

La subida de los precios de la energía en la mayoría de mercados mundiales está desencadenando una ‘psicología inflacionaria’ que puede convertirse en uno de los peores escenarios posibles para la Reserva Federal estadounidense. Un escenario que podría desencadenar la próxima subida del precio del oro.

El mayor shock que está amenazando a los mercados actualmente es la crisis energética, que impacta en el petróleo, la agricultura y mercados más amplios como el de la alimentación.

Como ha señalado a Kitco News Leigh Goehring, socio de Goehring & Rozencwajg Associates, el mercado del petróleo se encuentra en una situación cada vez más tensionada, lo que puede producir un impacto aún mayor en el sector agrícola y en el precio del oro por la sensación inflacionaria que supone.

Según Goehring, “la demanda en el mercado del petróleo está subiendo por encima de lo esperado y el suministro es mucho menor. Durante el cuarto trimestre de este año podríamos acabar en una situación en la que la demanda supere ampliamente a la capacidad de extracción global. La razón por la que es tan importante es porque nunca antes se ha producido algo similar. Incluso si nos remontamos a la gran crisis del petróleo de los años 70, nunca se llegó tan cerca de la capacidad global de extracción. Sin embargo, hoy estamos muy cerca”.

El actual nivel de precios del petróleo va a aumentar conforme se acerque el cuarto trimestre del año, debido a la estacionalidad característica de este mercado: “la demanda global toca fondo en los meses de mayo y junio, y sube al máximo en noviembre y diciembre. De momento, ya ha superado los 100 millones de barriles diarios. Para finales del cuarto trimestre, la estacionalidad característica de la demanda global podría alcanzar la capacidad total de bombeado”, advierte Leigh Goehring.

Así, el barril de petróleo podría cotizar en la zona baja de los 100 dólares durante los dos próximos meses y luego subir hacia los 150 dólares. “En estos momentos, deberíamos estar acumulando reservas, pero, en cambio, estamos reduciéndolas, ya que la demanda es mucho mayor de lo esperado”, señala el analista.

Además existe el riesgo de que se produzca alguna interrupción del suministro por un suceso imprevisto, lo que podría provocar una subida aún mayor del precio del petróleo, que tendría un enorme impacto en la cifra de inflación de Estados Unidos, que ya registra un índice del 7,5%, el más alto de los últimos 40 años.

Esta potencial interrupción del suministro de petróleo podría provocar una sensación inflacionaria que es precisamente lo que la Reserva Federal trata de evitar, para que la inflación no se quede enquistada.

El problema se podría agravar en 2022 si la inflación sigue creciendo y se contagia el sector agrícola: “es muy probable que la inflación estadounidense alcance este año el 9 o el 10%. La subida de los precios de la alimentación y la gasolina desencadenan una inflación psicológica (…) que provoca en los consumidores el deseo de protegerse de ella a largo plazo. Y eso es lo que estimula la demanda de oro”, aseguran desde Goehring & Rozencwajg, compañía que ha llegado a pronosticar que el oro alcanzará los 15.000 dólares la onza en algún momento de la próxima década.

Según esta firma, la inflación no va a ser transitoria y empeorará a causa de la escasez de suministro que ya se ha mencionado. Las complicaciones en el mercado del petróleo solo van a empeorar la situación.

Por ello, uno de los principales factores que van a atraer a los inversores hacia el oro durante este año es la búsqueda de un activo refugio que sirva para protegerse del impacto de la inflación.

Para Goehring & Rozencwajg Associates, el precio del oro caerá ligeramente en cuanto la Reserva Federal comience el ciclo de subidas de los tipos de interés, entre la primavera y el verano. Esta caída del precio supondrá que el metal toca fondo, por lo que será el momento de comprar antes de que comience el auténtico rally.

“La mejor época del año para el oro va a ser en otoño e invierno: el oro tocará fondo a 1.625 dólares la onza en verano, y la subida comenzará a partir del cuarto trimestre del año”, aseguran.

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