La devaluación de la divisa iraní, el rial, provocada por la decisión de los Estados Unidos de retirarse del acuerdo nuclear firmado en 2015 e imponer nuevas sanciones económicas al régimen, ha llevado a muchos ciudadanos de ese país a volver a utilizar el oro como medio de pago.
El desplome del rial iraní comenzó en diciembre pasado, cuando el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con retirarse del histórico acuerdo nuclear firmado en 2015 por Irán y las seis mayores potencias mundiales.
La devaluación se acentuó el pasado mayo, tras el anuncio formal de la retirada de Estados Unidos y la imposición de nuevas sanciones económicas al régimen iraní.
Como señala el diario local Middle East Eye, el cambio oficial de la divisa local rondaba los 45.000 riales por dólar, aunque a este cambio solo podían acceder algunos importadores y empresarios. El tipo de cambio ‘de facto’ para los ciudadanos iranés era de casi 90.000 riales por dólar.
El pasado 29 de julio, ante las nuevas sanciones por parte de Estados Unidos, la tasa subió hasta los 100.000-110.000 riales por dólar. Y a fecha de publicación de este artículo, el tipo de cambio había alcanzado un máximo histórico: 128.000 riales por dólar.
Esta devaluación obligó a muchos ciudadanos a desempolvar las monedas de oro que solían ahorrarse para realizar compras importantes o para financiar los costes de la boda, y comenzar a utilizarlas para los gastos corrientes.
Al cambio, las monedas de oro habitualmente utilizadas en Irán valen unos 40 millones de riales, aunque la devaluación ha reducido la tasa hasta los 34 millones.
Uno de los mercados que antes han comenzado a financiar sus transacciones en oro ha sido el inmobiliario, que representa alrededor del 45% de la actividad de la economía iraní.
Las fluctuaciones de la moneda y la rápida pérdida de poder adquisitiva han obligado a algunos propietarios a comenzar a cobrar el alquiler en monedas de oro, para protegerse frente a la devaluación del rial.
Por ejemplo, el alquiler mensual de un apartamento de 95 metros cuadrados en la capital, Teherán, cuesta ahora dos monedas de oro. Algunos propietarios acceden a cobrar el alquiler en dólares, lo que, aunque no es ilegal, no está muy bien visto por las autoridades.
La burbuja inmobiliaria provocada por la devaluación de la moneda ha conducido a un encarecimiento de un 50% en los precios del mercado inmobiliario local y está generando el progresivo abandono de las viviendas en la capital por parte de los ciudadanos que ya no pueden permitirse pagar los alquileres.
En cualquier caso, lo que pone de manifiesto esta situación es que el oro es el valor refugio en el que los ciudadanos confían cuando el sistema monetario se viene abajo y la devaluación de las divisas fiat amenaza con llevarse por delante sus patrimonios.