La demanda de joyas de oro cayó en 2017 por cuarto año consecutivo y se situó en las cifras mínimas registradas en los últimos 20 años, según los datos del Consejo Mundial del Oro. Una caída que se atribuye al impacto del descenso de los precios del petróleo.
Según los datos reflejados por el diario local Gulf Times, la compra de joyas cayó un 2%, hasta las 42,8 toneladas, en 2017. Y ello a pesar de que la demanda creciera un 16% en el cuarto trimestre del año, debido a que los consumidores adelantaron sus compras para evitar la imposición del 5% de IVA que entró en vigor en el mes de enero de este año.
Los analistas atribuyen la caída a que tanto los Emiratos Árabes Unidos como Arabia Saudí, los mayores exportadores mundiales de petróleo, han visto cómo sus economías se resentían en los últimos años por la caída de precios del crudo.
De hecho, la demanda de oro per cápita en los Emiratos ha caído desde los 8,7 gramos de 2013 a los 4,8 gramos de 2017. Durante el mismo periodo, el precio del barril de petróleo Brent se redujo desde los 108,70 dólares a 54,75, según datos de Bloomberg.
Por su parte, Irán y Kuwait han sido los dos únicos países de Oriente Próximo en los que ha crecido la demanda de joyería de oro durante 2017.
Aunque la demanda de lingotes y monedas de oro en los países petroleros se duplicó hasta las 40,5 toneladas, el Consejo Mundial del Oro señala en su informe que este mercado es una sombra de lo que fue, ya que contaba con una demanda media anual de 70 toneladas entre 2007 y 2016.
El mayor comprador de la región, Arabia Saudí, compró 45,7 toneladas de joyería de oro en 2017, un 8% menos que el año anterior. Irán registró una demanda de 45,4 toneladas, un 12% más que el año anterior y la cifra más alta desde 2013. El resultado podía haber sido aún mejor si no se hubiera ralentizado la demanda en el cuarto trimestre del año, con un crecimiento del 2%, ya que el deterioro de las relaciones diplomáticas del país con los Estados Unidos afectó a la intención de compra de los inversores.
La demanda de Kuwait creció un 4%, hasta las 13 toneladas, mientras que la cifra de Egipto se hundía un 14%, hasta las 22 toneladas.