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La demanda de oro crecerá en febrero con la llegada del Año Nuevo chino

La llegada del Año Nuevo chino, el Año del Perro, que comienza el día 16 de febrero, va a provocar un incremento de la demanda de oro, a pesar de que el precio del metal se encuentra por encima de los 1.320 dólares la onza.

Es la previsión de los analistas consultados por Kitco News, que recuerdan que, históricamente, la llegada del nuevo Año Lunar provoca cada año una fiebre de compra de oro en el país que mayor cantidad de oro consume, por delante de la India.

Según Daniel Hynes, de ANZ, la demanda comenzó a recuperarse a finales de 2017 y esta recuperación va a seguir dejándose sentir a lo largo de 2018, año en el que sus previsiones apuntan a un crecimiento de dobles dígitos.

Por su parte, Simona Gambarini, de Capital Economics, también prevé un importante crecimiento de la demanda de oro durante las festividades del nuevo Año Lunar en China, aunque se muestra más cauta respecto a las previsiones para el conjunto del año 2018, para el que esperan una ligera caída.

Desde Capital Economics apuntan que el renmibi, la divisa local china, va a apreciarse de nuevo este año, lo que atraerá otra vez a los inversores que habían buscado la seguridad del oro ante la caída del yuan. Además, la demanda de joyería lleva cayendo desde 2013, por lo que no ven probable que 2018 sea un año de crecimiento de la demanda en China.

Otra razón que esgrimen los analistas de Capital Economics para desconfiar del nivel de demanda de oro en China durante este año es el hecho de que el Banco Popular de China no haya incrementado desde octubre de 2016 sus reservas de oro que, además, se han revalorizado desde entonces, lo que reduce aún más el incentivo de comprar oro.

De todas formas, este argumento hay que mantenerlo en cuarentena, ya que muchos analistas internacionales consideran que el Banco Popular de China ha incrementado sus reservas de oro desde 2016, aunque no lo ha comunicado al Fondo Monetario Internacional para evitar influir en el precio del metal. Por ello, las estadísticas que mensualmente publica el Consejo Mundial del Oro sobre las reservas de los bancos centrales no contemplan ninguna alteración en el caso de China, ya que sus datos proceden del FMI.

Además del propio carácter de la festividad del Año Nuevo chino, en el que es tradicional regalar oro como símbolo de buena suerte, los analistas también se han fijado en los cambios regulatorios que han tenido lugar en el país, y que pueden influir en el nivel de demanda.

Según Hynes, la eliminación de las cuotas restrictivas para la importación de oro va a influir positivamente en la demanda de oro. Además, la creciente presión en el mercado inmobiliario, derivada del importante crecimiento económico y demográfico del país, también va a redundar en beneficio del oro, un activo alternativo que va a atraer a más inversores, tanto profesionales como particulares.

Este incremento de la demanda se va a producir en un entorno de precios altos: durante el pasado mes de enero, el precio del oro se situó en máximo del último año y medio, gracias a la debilidad del dólar. Desde entonces, aunque ha caído, sigue cómodamente por encima de la barrera psicológica de los 1.300 dólares la onza.

De todas formas, aunque la demanda en sí no se vaya a resentir por el alto precio del oro, los analistas sí consideran probable que el volumen de oro que compren los consumidores va a verse afectado por el precio. Un fenómeno que ya se ha visto en la India, el otro gran consumidor mundial de oro, y que puede repetirse ahora en China.

Además, la creciente volatilidad del mercado chino de capitales también va a ser una baza a favor del oro: el Shanghai Composite Index ha caído un 12% desde los máximos recientemente alcanzados.

Según los últimos datos publicados por el Consejo Mundial del Oro, China sigue siendo el mayor consumidor mundial de lingotes y monedas, con 306,4 toneladas en 2017. Su demanda creció un 8% respecto a las cifras de 2016 y está por encima de la media de los últimos cinco años, que estaba en las 284,8 toneladas.

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