La India es el segundo mayor consumidor mundial de oro, después de China, y el mayor importador mundial de este metal. La crisis originada por el Covid-19 va a lastrar sus cifras de importación en el año fiscal 2021 (1 de abril 2020-31 de marzo 2021), reduciéndolas a la mitad con respecto a la media desde 2016.
Según un informe de UBS Securities India, la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus se va a llevar por delante buena parte de las importaciones de oro en el país.
En concreto, desde la entidad estiman que la demanda de oro para joyería e inversión se reducirá hasta las 350-400 toneladas en el año fiscal 2021 (abril 2020-marzo 2021), casi la mitad de las 700 toneladas que ha promediado desde 2016, a causa de la peor recesión económica a la que se enfrenta el país.
Según el informe, para el siguiente año fiscal (que se extiende entre el 1 de abril de 2021 y el 31 de marzo de 2022) se espera un ligero rebote, debido a la remisión de los efectos causados por la pandemia, aunque no es probable que se vuelva a los niveles de antes a corto o medio plazo.
“La permanencia de la incertidumbre económica y la persistencia de un precio elevado del oro van a lastrar la demanda física”, apunta el informe.
Sin embargo, esta caída de la demanda de metal va a contribuir a que el saldo en cuenta corriente del país registre un pequeño superávit por primera vez desde el año fiscal 2004: “con cerca del 80% del suministro de oro de la India procedente de la importación, la caída de la demanda y el aumento de las ventas de oro reciclado implica que las importaciones netas de metal se van a reducir a 9.000 millones de dólares en el año fiscal 2021, frente a los 16.000 millones de 2020”.
En efecto, el Gobierno de la India lleva años tratando de reducir el déficit en cuenta corriente, ocasionado por la necesidad de importar casi la totalidad del oro que consume, ya que el país apenas cuenta con producción propia.
Para ello, han tratado de movilizar la ingente cantidad de oro que permanece en manos de sus ciudadanos y templos, y volver a incorporarlo al mercado, con iniciativas que han tenido un éxito discreto.
Según UBS Securities India, el país fue el segundo mayor consumidor de oro, después de China, en 2019. Incluso aunque la demanda de oro se debilite en 2020 (un 55% menos en el primer semestre, con respecto al mismo periodo del año anterior), por el aumento del precio del oro, la escasez de ingresos de los ciudadanos y los ceses de actividad causados por el Covid-19, desde la entidad creen que la cantidad de oro en manos de los ciudadanos ha crecido.
“Los ciudadanos y templos indios cuentan ahora mismo con el mayor stock mundial de oro, unas 25.000 toneladas, según las estimaciones del Consejo Mundial del Oro. Esta cifra representa el 13% del stock global de oro, valorado al precio actual en 1,45 billones de dólares (el 56% del PIB nominal de la India en el año fiscal 2021, en dólares). En comparación, todo el crédito del sistema bancario indio apenas equivale al 52% del PIB”, asegura el informe.
Desde UBS Securities India atribuyen también este descenso de la demanda de oro a varios factores, como el nulo crecimiento de los ingresos; la escasa creación de empleo; la inflación; la recolocación del ahorro de los hogares en otros productos financieros como fondos de inversión; cambios en el estilo de vida, que suponen reemplazar el oro por productos de consumo como coches de lujo, viajes…
“Con el precio del oro alcanzando nuevos máximos, está por ver si el oro volverá a ser alguna vez el producto de inversión preferido en la India”, apunta el informe.