El sector del oro atraviesa tiempos difíciles en la India después de las diversas medidas adoptadas por el Gobierno respecto a la moneda circulante. La demanda del metal ha descendido y las importaciones de oro se están resintiendo. China e India, por este orden, son los dos mayores importadores mundiales, pero las cifras de los últimos meses de 2016 apuntan a una desaceleración de las importaciones en 2017.
El negocio del oro cayó más de un 70% en diciembre de 2016, por el impacto de la política de desmonetización del Gobierno de Narendra Modi.
Aunque la demanda de oro creció inmediatamente después de que el Gobierno ordenase la retirada de los billetes de 500 y 1.000 rupias, la tendencia duró poco y la caída de la demanda fue abrupta.
La cifra de importaciones del conjunto del año 2016 es la más baja desde 2003, según Thomson Reuters, con una caída del 50,68% (desde 100,782 a 49,104 toneladas) con respecto al año 2015.
El Consejo Mundial del Oro recortó en dos ocasiones las previsiones de consumo del país en 2016: había previsto entre 650 y 750 toneladas, un 24% menos que las 858,1 toneladas de 2015.
Aunque es bien conocido el interés de los ciudadanos indios por el oro (son los segundos mayores consumidores mundiales de este metal), a la industria del sector le va a costar tiempo regresar a los niveles habituales previos a la demonetización. Todo apunta a que la demanda va a seguir en niveles bajos al menos durante la primera mitad de 2017.