La demanda de oro físico cayó un 20% en 2016, con respecto a las cifras de 2015, lo que representa su nivel más bajo desde 2009, según datos de Thomson Reuters, que lo atribuye a una pérdida de apetito de los inversores, por la trayectoria de la cotización en los últimos tres años.
Las compras de oro, tanto en forma de joyas como de lingotes y monedas, además del sector oficial (bancos centrales) y de la industria, se elevó a 3.349 toneladas en 2016, por debajo de las 4.184 toneladas que se vendieron en 2015. Una cifra que es la más baja en los últimos siete años.
Ello ha contribuido a elevar el superávit neto del mercado del oro a 1.176 toneladas, desde las 220 toneladas de 2015, en lo que constituye el mayor superávit físico desde el comienzo del siglo.
La demanda se vio afectada hacia finales de año por la subida del dólar y la abrupta caída de la demanda en la India, después de que el primer ministro indio Narendra Modi retirara de la circulación los billetes bancarios de mayor denominación, lo que provocó una crisis de efectivo en el cuarto trimestre del año.
De hecho, la demanda india cayó en 2016 a sus niveles más bajos desde 2003, a 580 toneladas, prácticamente un tercio menos que el año anterior. La demanda de joyería en China, el mayor consumidor de oro del mundo, cayó también un 15% en el último trimestre del año, hasta las 146,6 toneladas.
Sin embargo, circunstancias como el triunfo de Donald Trump en las elecciones a la Presidencia de los Estados Unidos, el proceso de separación del Reino Unido de la Unión Europea y las perspectivas inciertas ante la celebración de elecciones en varios países europeos, que podrían suponer un auge de los partidos de ultraderecha, contribuyeron a incrementar la demanda de oro a finales del año. Y es que los inversores siguen viendo al oro como un valor refugio para tiempos de incertidumbre política y económica
Desde GFMS-Thomson Reuters prevén que el oro alcance un precio medio de 1.259 dólares la onza a lo largo del año 2017.
Por sectores, la demanda de los fabricantes de joyería (el sector individual más importante en términos de demanda) cayó más de una quinta parte el año pasado, mientras que las compras por parte de los bancos centrales se dejaron un 42%, hasta las 252 toneladas, con respecto al año anterior.
La inversión del sector retail cayó un 12%, hasta las 986 toneladas en el año, aunque se incrementó un 6% en el último trimestre. La demanda retail de Estados Unidos se incrementó cerca de un tercio en los últimos tres meses del año: las compras en EE UU aumentaron un 27% influidas, sin duda, por el llamado “efecto Trump”.
Según GFMS-Thomson Reuters, la demanda se recuperará a principios de 2017, principalmente en forma de adquisición de lingotes. La toma de posesión de Trump y la incertidumbre que se cierne sobre su política contribuye a elevar el interés por el oro.
Los suministros procedentes de la minería cayeron un 1,5%, aunque la subida del reciclaje de oro en un 10% comenzó estas bajas cifras, elevando la cobertura neta de la oferta a 71 toneladas desde las 21 de 2015.