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La demanda de oro de los bancos centrales ya ha superado el nivel récord del año pasado

Lingotes de oro del Banco Central de Polonia

Las compras de oro por parte de los bancos centrales han alcanzado su récord histórico, batiendo la cifra registrada en 2018, que había sido la más alta de los últimos 50 años, desde que Richard Nixon abolió los Acuerdos de Bretton Woods. A pesar de que el ritmo de compras se ha ralentizado en los últimos meses, todo apunta a que esta tendencia del sector oficial va a continuar durante 2020.

En un informe publicado el pasado 2 de diciembre, el analista independiente Matthew Turner señaló que las compras de oro por parte de los bancos centrales se elevaban a 550 toneladas a cierre del mes de octubre pasado, cifra que supera en 17 toneladas a las compras totales de 2018.

Según Turner, el mercado del oro se ha visto beneficiado por este incremento de la actividad compradora por parte de los bancos centrales, en especial a comienzos de 2019.

En el primer semestre del año, la cifra de compras se elevó a 390 toneladas, aunque el ritmo se ha ralentizado en el segundo semestre, en el que la cantidad ha sido de solo 190 toneladas hasta el momento.

La ralentización del ritmo de compras por parte de los bancos centrales de Rusia y China ha impactado en las cifras globales. El Banco Central de la Federación Rusa ha reducido su ritmo de compra de oro para fomentar que los productores locales puedan exportar metal.

Por lo que respecta a China, el pasado mes de octubre ha sido el primer en el que no se han registrado compras de oro, desde que reanudó las operaciones en el mes de diciembre de 2018.

Según Turner, “todavía es pronto para saber si el hecho de no haber comprado oro en octubre indica otro periodo de alejamiento del mercado, o se trata tan solo de una pausa temporal”.

Al margen de los dos grandes, la tendencia es descendente en el resto de bancos centrales: “una posible explicación es la subida de precio, que puede complicar la apuesta por el metal. Pero hay que recordar que el ritmo de compras del primer semestre del año no tiene precedentes, y las actuales cifras siguen siendo positivas”, según el analista.

De cara al futuro, Matthew Turner afirma que no cree que los bancos centrales hayan saciado su apetito por el oro, ya que aún existe un importante desequilibrio entre las reservas mundiales de los diferentes bancos centrales.

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