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La demanda de plata por parte de la industria electrónica seguirá aumentando

La plata es un metal precioso que no solo sirve como objeto de inversión o para la fabricación de joyas y adornos, sino que cuenta con múltiples aplicaciones en el campo de la industria. De hecho, una parte importante de la demanda industrial corre a cargo del sector eléctrico y electrónico. Los analistas creen que la importancia de la plata en estos campos va a ir en aumento.

Según los datos que refleja la consultora especializada en metales preciosos Metals Focus en su informe Precious Metals Weekly, entre los años 2010 y 2017, el consumo de plata por parte del sector industrial se ha elevado a 470 millones de onzas (unas 14.600 toneladas). Alrededor de 8.500 de esas toneladas de plata corresponden a la demanda para aplicaciones eléctricas y electrónicas.

El sector industrial de electricidad y electrónica ha ido incrementando su participación en la demanda anual de plata desde el 24% en el año 2015 a un máximo estimado del 32% en 2017.

Desde el punto de vista de los usuarios finales, los dos mayores mercados demandantes de plata dentro de los sectores de electricidad y electrónica son la industria solar fotovoltaica y los vehículos de pasajeros.

El sector fotovoltaico ha experimentado un gran crecimiento en el número de instalaciones, que se espera que alcancen los 85 GW a finales de 2017, lo que representa un 9% más que a finales de 2016.

Este crecimiento, según explican desde Metals Focus, ha provocado que la industria esté tratando de reducir la cantidad de plata utilizada en estas instalaciones, en especial después de que el precio de la plata haya crecido a partir de 2011. Se estima que la demanda total de plata por parte del sector fotovoltaico podría alcanzar los 90 millones de onzas (2.800 toneladas) a finales de 2017.

Respecto a la demanda por parte del sector del automóvil, la cantidad de plata por vehículo ha ido creciendo, debido a que determinadas aplicaciones que antes solo se instalaban en los vehículos de lujo ahora son de consumo masivo. Además, la tendencia a la incorporación de más dispositivos eléctricos y electrónicos en los vehículos también se ha incrementado.

Todo ello implica que la demanda de plata por parte de este sector está creciendo a un ritmo mayor que la propia producción de vehículos, que cada vez incluyen un mayor equipamiento: asientos con calefacción, iluminación del cuadro de mandos, parabrisas con anti-vaho y multitud de sensores de colisión y sistemas de aviso.

Desde Metals Focus estiman que cada vehículo fabricado contiene aproximadamente una onza (31,1 gramos) de plata, lo que significa que la cantidad de este metal que consume el sector automovilístico es equiparable a la del sector fotovoltaico.

A estos sectores más tradicionales hay que añadir la irrupción de las nuevas tecnologías, en áreas como la electrónica flexible (los llamados “wearables”), las impresoras 3D y los paneles táctiles.

En el caso de la primera, aunque hace años que se utiliza, su consumo masivo se había visto penalizado por los altos costes de producción. Sin embargo, avances como la tecnología “roll-to-roll” (que consiste en la impresión de una red de filamentos en una hoja) ha abierto un nuevo nicho de aplicaciones comerciales, en pantallas, sensores biométricos y aplicaciones médicas.

Respecto a la impresión en 3D, la industria está explorando la amplia variedad de aplicaciones que permite esta tecnología, incluyendo la joyería o las antenas para móviles.

En cuanto a los paneles táctiles, ampliamente usados en la actualidad en el sector electrónico, la introducción de los nanohilos de plata (filamentos de menos de un nanómetro de diámetro) permite una mejor transmisión de la luz y la capacidad para usarse en dispositivos flexibles.

Aunque ninguna de estas aplicaciones va a generar una demanda tan importante como la de los sectores fotovoltaico o automovilístico, pueden suponer una importante contribución al incremento de la demanda industrial de plata.

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