La inversión en oro físico cayó un 3% en 2017, por segundo año consecutivo, a 1.034,9 toneladas, su cifra más baja de la última década. La estabilidad económica mundial y la competencia de otros activos como las acciones, en un año de importantes subidas de las bolsas, privó al oro de muchos inversores, atraídos por la mayor rentabilidad a corto plazo de éstas.
Según el informe Gold Focus 2017, publicado por la consultora especializada Metals Focus, uno de los principales factores de este descenso es la baja cifra de inversiones registrada en los Estados Unidos.
Comenzando por Europa, la región registró un descenso del 7% en su cifra de inversión respecto a 2016, hasta las 188 toneladas. El buen momento de la inversión en el último trimestre de 2016 se prolongó durante las primeras semanas de 2017, gracias al bajo precio del metal y a la incertidumbre macroeconómica, así como a las expectativas ante la celebración de elecciones en varios mercados clave.
Pasadas éstas, el apetito de los inversores se desvaneció. Ni los resultados inciertos de las elecciones alemanas o la incertidumbre generada por la situación de Cataluña lograron animar la inversión, además de que la estabilidad económica en la región tampoco contribuyó a ello.
Sin embargo, desde Metals Focus puntualizan que las compras netas de oro permanecieron en línea con los niveles históricos. Alemania y sus áreas de influencia, los mercados más importantes, registraron la mayor parte de las pérdidas, mientras que mercados como Italia o España se mostraron muy activos, aunque partiendo de bases más bajas.
En concreto, la inversión en Alemania cayó un 4%, hasta 106,5 toneladas; en Suiza bajó un 7% (42,5 toneladas); y en Austria descendió un 11% respecto a las cifras de 2016, con 9,7 toneladas.
La mayor caída porcentual correspondió a Gran Bretaña, con un -14%, hasta las 10,2 toneladas.
Estados Unidos
La mayor caída de todos los mercados de inversión en oro físico correspondió a Estados Unidos, que se dejó un 59%, hasta 37,5 toneladas (casi 54 toneladas menos que en 2016).
Este declive ilustra a la perfección, según Metals Focus, la interrelación existente entre el precio del oro y el de las acciones en Estados Unidos. A pesar de que el precio del oro creció un 14% en el conjunto del año, la escasa volatilidad fue el factor que jugó en contra de la demanda.
En comparación, el Índice S&P 500 de la bolsa estadounidense ganó un 18%, poco más que el oro, lo que fue suficiente para que los inversores dejaran el oro en busca de activos de mayor rentabilidad a corto plazo.
Oriente Próximo, India y China
La cifra de inversión en oro físico de Oriente Próximo se recuperó en 2017 después de tres años de caídas, con un aumento del 59% interanual, hasta las 97,1 toneladas. Turquía e Irán atribuyeron con importantes aumentos de 23 y 15 toneladas, respectivamente.
Una subida que, sin embargo, no va a durar mucho: desde Metals Focus estiman que en 2018 se registrará una nueva caída, del 3%, debido a una demanda más baja por parte de Turquía, al haber subido el precio del metal en moneda local.
En el caso del Subcontinente indio (que incluye a la India, Pakistán, Bangladesh, Bután, Nepal, Sri Lanka y Maldivas), la inversión creció un 2% en 2017, hasta las 164 toneladas, el primer incremento desde 2013.
Otro mercado importante, como China, el mayor consumidor mundial de oro, mantuvo sus cifras, con un crecimiento del 8%, hasta las 306,4 toneladas.
Lingotes y monedas
Las cifras de venta de lingotes y monedas de oro cayeron en casi todos los mercados. En el caso de los lingotes, solo Oriente Próximo (+23%, 37,2 toneladas) y el Subcontinente indio (+2%, 132,3 toneladas), mantuvieron el tipo, mientras que Norteamérica (-40%, 16,5 toneladas) y Europa (-5%, 150 toneladas), encabezan las caídas.
En el caso de las monedas, el crecimiento de Oriente Próximo (+96%, 59,9 toneladas) y del subcontinente indio (+2%, 53,6 toneladas) compensan la caída de Norteamérica (-63%, 25,9 toneladas), Europa (-14%, 37,8 toneladas) y Asia Oriental (-11%, 38,3 toneladas).
El informe destaca la caída de las ventas de los principales bullion acuñados por las casas de la moneda occidentales, con la excepción del krugerrand, cuyas ventas aumentaron en 2017 debido a que ese año se cumplían el medio siglo desde su aparición, lo que lo ha convertido en una pieza codiciada por los coleccionistas.
En cuanto a las previsiones para 2018, desde Metals Focus estiman que la cifra de inversión subirá un 4% hasta las 1.078 toneladas. Europa crecerá un 5%, hasta las 197 toneladas, mientras que Estados Unidos recuperará su pujanza, con un 15% de subida, hasta las 49 toneladas.