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La explotación de los metales preciosos de la Luna, una posibilidad cada vez más cercana

Superficie lunar

La minería espacial ha dejado de ser una cuestión de ciencia ficción para convertirse en una realidad cada vez más cercana. Numerosas empresas están trabajando ya con la posibilidad de explotar los recursos minerales que se encuentran en los asteroides más cercanos a la Tierra. Ahora, un equipo de geólogos de una universidad canadiense asegura que dentro de poco será posible explotar los metales preciosos que se encuentran en la Luna.

Según un reciente estudio dirigido por James Brenan, profesor del Departamento de Tierra y Ciencias Medioambientales de la Universidad de Dalhousie, debajo de la superficie de la Luna existen importantes yacimientos de metales preciosos que pueden llegar a ser explotados comercialmente.

El estudio, realizado conjuntamente con la Universidad de Carleton y el Laboratorio Geofísico de Washington, analiza las posibles similaridades entre los depósitos minerales encontrados en la Tierra y los de la Luna.

Según Brenan, “hemos podido demostrar la vinculación entre el contenido de azufre de las rocas volcánicas lunares y la presencia de sulfuro de hierro en el interior de la Luna. El análisis de los depósitos minerales de la Tierra sugiere que el sulfuro de hierro es un lugar donde habitualmente se pueden encontrar metales preciosos como el platino o el paladio”.

Esta nueva investigación viene a confirmar otra del año 2006, que demostraba la existencia de una baja concentración de metales preciosos en las rocas volcánicas lunares.

“Nuestros resultados demuestran que el azufre que se encuentra en las rocas volcánicas lunares es una prueba de la presencia de sulfuro de hierro en el interior de la Luna, que es donde creemos que quedaron depositados los metales preciosos cuando la lava salió al exterior”, señala Brenan.

Para confirmar esta teoría haría falta extraer muestras rocosas del interior de la corteza lunar, donde se originaron las lavas que dieron origen a los metales preciosos. Aun así, los investigadores aseguran que un buen lugar para comenzar las perforaciones sería el Polo Sur lunar.

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